Los compuestos orgánicos contienen cadenas de carbono unidas por enlaces covalentes de carbono-carbono o carbono-hidrógeno. Pueden quemarse y forman naturalmente en plantas y animales. Presentan isómeros y su comportamiento químico es diferente a los compuestos inorgánicos, que carecen de átomos de carbono y no forman cadenas ni presentan isómeros.