La solicitud propone establecer un carnet europeo de la discapacidad para homologar discapacidades y garantizar la movilidad laboral sin discriminación dentro de la UE. Actualmente, las personas con discapacidad enfrentan obstáculos cuando buscan trabajo en otro Estado miembro debido a la dificultad de certificar un grado de discapacidad que les permita acceder a beneficios. Un carnet europeo resolvería este problema y garantizaría el principio de igualdad consagrado en los tratados de la UE.