La carta describe la dura educación que Franz Kafka recibió de su padre, haciéndolo un niño inseguro y reprimido. Kafka expresa que su padre era estricto, lo humillaba frente a otros y no mostraba afecto. Aunque tuvo una buena vida material, anhelaba la compañía de su padre. La carta es un desahogo para Kafka sobre cómo su padre lo marcó de por vida.