Los estudiantes se despiden de su instituto después de 6 años. Recuerdan haber entrado con miedo a lo desconocido pero con ganas de descubrir. Han crecido como personas durante su tiempo allí, haciendo amigos y experimentando amores y desengaños mientras descubrían quienes son. Sus profesores han sido guías excepcionales que los han preparado para la vida, actuando también como psicólogos. El autor les agradece a sus compañeros por ser magníficos compañeros durante el viaje y les desea lo mejor para el futuro.