Carta de la Comunidad Judía a la Presidenta Michelle Bachelet por la decisión del Gobierno de llamar al embajador en Israel, Jorge Montero.

1. Santiago, 30 de Julio de 2014
Excma. Sra.
Presidenta de la República
Doña Michelle Bachelet J.
Palacio de La Moneda
Presente:
Sra. Presidenta:
La Comunidad Judía de Chile ve con profunda preocupación y rechaza la decisión del
Gobierno de llamar a consultas al Embajador de Chile en Israel así como el asimétrico
enfoque que ha tenido nuestra Cancillería frente al conflicto. Llama la atención
especialmente que el Gobierno de Chile no llame simultáneamente a consulta a
nuestro Embajador ante la Autoridad Nacional Palestina, cuyo gobierno está integrado
por el grupo terrorista Hamas.
Esperamos que el Embajador Jorge Montero, quien ha vivido en carne propia los
ataques terroristas del grupo fundamentalista islámico Hamas, pueda informar de
primera fuente acerca de la situación que vive la población israelí, entre ellos más de
diez mil chilenos, ante los ataques con misiles en forma permanente e indiscriminada.
Estos misiles son lanzados desde hospitales, mezquitas y colegios como lo testifica el
prestigio medio The Guardian el pasado 24 de Julio.
Con dolor vemos como en estos difíciles días se intenta sistemáticamente importar el
conflicto a nuestro país, generando un clima de antisemitismo sin precedentes. Dicho
clima no es consecuencia de las acciones de defensa de Israel en contra de Hamas, sino
que, por el contrario, solo son la excusa de muchos que por años han ocultado su
antisemitismo. Las amenazas y ataques en contra de miembros e Instituciones de
nuestra comunidad han proliferado estos días buscando amedrentar a los chilenos por
el solo hecho de ser judíos o apoyar la legítima causa de Israel.
Deseamos señalar que la actitud de nuestro gobierno en nada ayuda a facilitar la
convivencia en nuestro país de dos comunidades cuyos antepasados llegaron a estas
tierras, unos huyendo del fanatismo anti cristiano de sectores musulmanes y otros de
las persecuciones y el Holocausto, buscando un asilo contra la opresión.
Tal como lo han hecho Estados Unidos, Canadá, Alemania, Reino Unido, Francia y otras
potencias mundiales, nuestro país podría apoyar a Israel en la legítima defensa de sus
ciudadanos además de condenar el uso de la población civil de Gaza por parte de un
grupo islamista fundamentalista que no duda en sacrificar vidas humanas inocentes.

2. En ello no se diferencia de otras sectas fundamentalistas que hoy aterrorizan el Medio
Oriente como es el caso de Al Qaeda; el califato del Isis para Irak y el Levante, ejecutor
de la crucifixión de creyentes cristianos en Siria; o el grupo Boko Haram en Nigeria
autor del secuestro de 200 niñas que han conmovido al mundo con la campaña
#BringBackOurGirls.
Hamas no reconoce ni acepta la existencia de Israel. Más aún, declara sin ambigüedad
que “Israel es una espina clavada en el corazón musulmán” y llama explícitamente a su
destrucción, abogando por un nuevo Holocausto contra el pueblo judío. Sin ir más
lejos, y en vez de haber invertido en infraestructura que permitiese gozar de una mejor
calidad de vida a la población en Gaza, Hamas utilizó millones de dólares en la
construcción de túneles subterráneos con el objeto de secuestrar y asesinar población
civil israelí.
Chile, como integrante del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debiese, a
nuestro juicio, actuar con especial parsimonia frente al actual conflicto desde el
momento en que está llamado a intervenir en la articulación del necesario cese al
fuego que el grupo Hamas reiteradamente se ha negado a aceptar. Una decisión
desequilibrada como la de hoy, en lugar de contribuir positivamente a generar un
clima de confianza y no beligerante entre los pueblos, premia al extremismo islámico y
prolonga así este doloroso conflicto.
Como chilenos queremos ver a nuestro país aportando a la paz entre los pueblos y a
preservar la histórica convivencia con nuestros hermanos chilenos de origen palestino.
Gerardo Gorodischer T.
Presidente Comunidad Judía de Chile