Si de algo puede presumir Europa, es de su larga lista de castillos y palacios reales, sin los que no se podría entender gran parte de la historia mundial.
2. Trakai
(Lituania).
Esta fortaleza se encuentra
rodeada de lagos, a unos 30
km de Vilna. Encargado por el
monarca Kestutis en el siglo
XIV, el castillo sufrió daños
durante las guerras contra
Mascovia y sus ruinas fueron
abandonadas. Es idóneo para
una perfecta foto, ya que su
puente levadizo y el escenario
de lagos con barquitas
consiguen completar su
belleza.
3. Condes de
Oropesa, Cáceres
(España)
En el centro del vergel de La
Vera y el Tiétar, rodeado de
gargantas de agua, piscinas
naturales, bosques de castaños
y robledales, este castillo
destaca por haber servido como
residencia del Emperador
Carlos I de España y V de
Alemania, que llegó a Jarandilla
en noviembre de 1556. Después
de un tiempo acabó
trasladándose al Monasterio de
Yuste, en el que pasó sus
últimos días. Actualmente, el
castillo de los Condes de
Oropesa es el Parador Nacional
de Turismo Carlos V.
4. Cashel (Irlanda)
Está ubicado en el condado de
Tipperary y fue habitado por
los reyes de Munster desde el
siglo V, que posteriormente
cedieron la fortaleza a la
iglesia hasta que las tropas de
Cromwell lo destruyeron
parcialmente en 1647. Cashel
es afamado por ser el lugar en
el que San Patricio, patrón de
Irlanda, convirtió al rey de
Munster en el siglo V.
5. Hohenzollern
(Alemania)
Como puede observarse, este
castillo de ensueño se
encuentra a 855 metros sobre el
nivel del mar en un monte
llamado Hohenzollern. La
primera parte de la obra se
construyó en el siglo XI y
perteneció a la Dinastía
Hohenzollern, que se hizo con
Prusia y Brandeburgo hasta la
llegada de la Primera Guerra
Mundial.
6. Chenonceau
(Francia)
También conocido como El
castillo de las mujeres y
erigido bajo un estilo
residencial en el siglo XVI, se
trata del monumento
histórico en manos privadas
más visitado de nuestro país
vecino. Destaca por sus dos
extensos y floridos jardines y
por su plantación vitivinícola.
Pertenece a un grupo de
edificaciones llamadas
castillos del Loira.
7. Guadamur, Toledo
(España)
Fue el conde de Fuensalida y
señor de Cedillo, Pedro López
de Ayala, quien levantó el
castillo de planta cuadrada y un
foso con puente levadizo, que en
el siglo XVIII fue abandonado.
Utilizado por las tropas
francesas durante la guerra de
la Independencia e incendiado,
tras ser rehabilitado, volvió a
ser pasto de las llamas en las
guerras carlistas. Alberga una
interesante colección de
armaduras, tapices, cuadros y
muebles de la época.
8. Eltz (Alemania)
Desde el siglo XII
generaciones y generaciones
han podido disfrutar de la
belleza de este castillo
ubicado sobre el río Mosela.
De estilo barroco y ocho
torres de hasta 40 metros de
altura. Increíblemente, aún
sigue en manos de una rama
de la familia que habitó en él
tras su construcción.
9. Corvin (Rumanía)
Algunos piensan que este fue el
lugar en el que Vlad III de
Valaquia, más conocido como
Drácula, estuvo preso durante
unos siete años después de
haber sido depuesto en 1462. El
castillo perteneció a la dinastía
Hunyadi. Si hay algo que
destacar de él, son sus fuertes
torres defensivas y su jardín
central. De grandes
dimensiones, cuenta con altas
cubiertas de colores y
elementos adornados con
piedras labradas.
10. Colomares,
Málaga (España)
Nacido para homenajear a
Cristóbal Colón, el edificio fue
erigido entre los años 1987 y
1994 en Benalmádena
(Málaga). La capilla más
pequeña del mundo hasta la
fecha (1,96 metros
cuadrados) se encuentra en
su interior, así como un
mausoleo vacío que espera
impaciente la llegada de los
restos del descubridor de
América.
11. Cochem
(Alemania)
Esta bonita fortaleza, conocida
también como Reichsburg
Cochem, fue construida
alrededor del año 1000, y
empezó a ser de dominio
público en 1942. Ocupado y
gobernado por los franceses
durante las guerras
napoleónicas, el castillo fue
destruido finalmente por ellos
durante la Guerra de la Liga de
Augsburgo.