6. LAS CABAÑAS Casi todas ellas tienen plantas circulares u ovaladas y son exentas, no compartiendo paredes medianeras salvo contadas excepciones. También son excepción las pocas cabañas con planta rectangular y estas presentan, en su mayoría, esquinas en arco. El grosor de sus paredes suele ser bastante uniforme, sobre 40 cm de media, y con un mejor acabado cara al exterior. La gran mayoría son de pequeñas dimensiones. Se asientan directamente sobre la roca madre y sus muros estarían recubiertos con un mortero de cal y arena. Restos de pigmentación encontrados indicarían que los recebados estarían tintados con distintas colores. Muchas de las cabañas presentan un vestíbulo de acceso que muchos autores entienden que se trata de un influjo mediterráneo adaptado a las características de las construcciones indígenas. En el interior, algunas presentan bancos adosados y el pavimento en algunos casos es de terra pisada y en otros de losa. En muchos de los umbrales de entrada se pueden ver los goznes, agujeros en los que se ajustarían las puertas.