Catálogo exposición "El planeta exterior y la estrella interior. La Alta Andalucía en la pintura de Rafal Zabaleta"

E L P L A N E TA
E X T E R I O R Y
L A E ST R E L L A
I N T E R I O R
LA ALTA ANDALUCÍA
EN LA PINTURA DE
RAFAEL ZABALETA

EL PLANETA EXTERIOR Y LA ESTRELLA INTERIOR
L A A LTA A N DA LU C Í A E N L A P I N T U R A D E R A FA E L Z A B A L E TA
2 7 J U L I O _ 9 O C T U B R E 2 0 2 3
C E N T R O C U LT U R A L M VA
2 0 O C T U B R E _ 2 6 N OV I E M B R E 2 0 2 3
M A D A N T E Q U E R A

Z A B A L E TA ,
E N M Á L AG A Y
E N A N T E Q U E R A
Manuel López
Mestanza
DIPUTADO
DELEGADO
DE CULTURA
Por expreso deseo de la familia, la obra de Ra-
fael Zabaleta (1907-1960) se expone en Má-
laga en el marco del Año Picasso con motivo
del cincuenta aniversario del fallecimiento del
genial pintor malagueño. Lo hace, primera-
mente, en las dos salas expositivas del Centro
Cultural Provincial María Victoria Atencia y,
posteriormente, en el Museo de Arte de la Di-
putación, en Antequera.
La obra de Zabaleta, uno de los pintores
más interesantes del realismo expresionista
español, llega a la tierra de Picasso con un esti-
lo muy definido, pero con una temática varia-
da. Algunas de sus pinturas antológicas están
presentes en la muestra.
Aunque nacido en Quesada (Jaén), desde
muy joven se trasladó a Madrid para cursar es-
tudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de
San Fernando, pero se dejó influenciar por la
pintura francesa. Llegó a declarar que su apoyo
en el arte más inmediato al suyo lo basó en Ce-
zanne, Van Gogh, Matisse y Picasso, y que sus
intereses se vinculaban a la Escuela de París,
que calificó «la mejor palestra del mundo».
Estableció una relación de amistad con
Pablo Ruiz Picasso, a quien conoció en París
en 1949. Zabaleta sentía admiración por el
maestro malagueño. Le regaló un dibujo suyo
de la serie Sueños en Quesada, y Picasso le
correspondió con un libro de dibujos y una
litografía, ambos debidamente dedicados y
firmados, y una cerámica, que forma parte de
esta exposición que presenta la Diputación de
Málaga.
Para el gran público, quizás sea un pintor
poco conocido, pero para los propios artistas
y entendidos del arte, es un referente del siglo
xx. De él han escrito excelentes críticas Euge-
nio D’Ors, Camilo José Cela, Gerardo Diego,
José Hierro, Luis Rosales, Miguel Delibes,
Gabriel Celaya, Guillermo Solana, José García
Nieto, José Camón Aznar, Enrique Tierno Gal-
ván y José Luis López Aranguren, entre otros.
Es una muestra del interés que despertaba Ra-
fael Zabaleta entre los escritores e intelectua-
les españoles.
Es un honor para la Diputación unir en Má-
laga los nombres Picasso y Zabaleta setenta y
cuatro años después del primer encuentro que
ambos mantuvieron en París. Y ello ha sido
posible gracias a la generosidad de la familia
Castaño Lasaosa-Zabaleta, la de los demás
prestadores y al buen hacer del comisario de la
exposición, Luis Jesús Garzón Cobo.
Zabaleta –¡por fin!– está en Málaga y en
Antequera.

E L P L A N E TA
E X T E R I O R Y
L A E ST R E L L A
I N T E R I O R :
L A A LTA
A N DA LU C Í A
E N L A P I N T U R A
D E R A FA E L
Z A B A L E TA
Luis Jesús
Garzón Cobo
COMISARIO
El pintor. Formación y proyecto de re-
novación estética
Rafael Zabaleta Fuentes (Quesada, Jaén, 1907-
1960) fue uno de los artistas españoles más
importantes a mediados del pasado siglo XX.
Pintor por vocación muy temprana, se for-
mó en la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando (Madrid) y buscó su propio estilo –
inconfundible– alejándose del academicismo
imperante en el «arte oficial», ese arte al que
su amigo Enrique Azcoaga calificaba de «alma-
naquistas y realistones dominadores».
Incorporando a su obra, con mirada y voz
propias, elementos de las vanguardias, que co-
noció en sus viajes, visitas a exposiciones y lec-
turas, siempre estuvo empeñado en un proyec-
to de renovación estética muy personal, que él
mismo llamaba «el polo Quesada-París». Ma-
nifestaba en 1959 a Manuel García Viñó:
Los «ismos» han sido beneficiosos al arte.
Es más, yo creo que la obra que no los ten-
ga en cuenta merece poco crédito por lo
general. Ahora, es necesario inteligencia
y calma para hacer síntesis creadora con
sus mejores aportaciones («La verdad y la
máscara del arte nuevo», La Estafeta Lite-
raria, 1 de mayo de 1959).
Pese a ser un viajero incansable y un agu-
do observador de las novedades en el mundo
del arte, siempre se mantuvo vinculado a su
pueblo natal, donde tenía su estudio y donde
realizaría y ambientaría la mayor parte de su
obra, lo que no significa que no tuviera una
vida personal y artística muy rica fuera de él
(París, Italia, Madrid, Barcelona, Santander,
Bilbao, Sevilla, Almería…).
En vida mostró su obra en numerosísimas
exposiciones individuales y colectivas nacio-
nales (Madrid, Barcelona, Bilbao, Sevilla…) e
internacionales (bienales hispanoamericanas,
bienal de Venecia, Pittsburg, Londres, Bruse-
las, Lisboa, São Paulo, Buenos Aires…). Tras su
muerte fue homenajeado por los pintores y poe-
tas más relevantes del momento, y algunas de
sus obras viajaron a exposiciones tan significati-
vas como «Peintres contemporains d’Espagne»
(París, Maison de la Pensée Française, 1961).
Evolución artística
Definir con precisión unos periodos diferen-
ciales en la producción de Rafael Zabaleta es
tarea complicada, pues en su caso no se pro-
duce en ningún momento una ruptura radical
de estilo ni de temática; más bien, en nume-
rosas obras se anticipan conquistas y motivos
que se van a desarrollar más tarde, y en otras
el pintor «retrocede» para incidir en trabajos
precedentes.

No obstante, señalaremos que, tras un pro-
longado periodo de estudio, aprendizaje y bús-
queda (años 30 y buena parte de los 40) domi-
nado por un eclecticismo temático y estilístico,
es a finales de la década de los 40 cuando el
pintor comienza a definir esa estética tan per-
sonal que lo caracteriza.
Domina en las obras de ese decenio una
paleta muy sobria y una figuración aún clásica
y académica, pero irán apareciendo progresi-
vamente en ellas rasgos poscubistas y expre-
sionistas que se prolongarán en su producción
posterior. Además, realiza en torno a 1940
unos interesantísimos dibujos surrealistas a
los que el propio artista concedió gran impor-
tancia: se trata de sus Sueños en Quesada.
Es en la década de los 50 cuando la obra
de Zabaleta consolida sus características de
estilo más personales y reconocibles: acusados
matices fauvistas con colores mucho más con-
trastados y encendidos, valores expresionistas,
dominio de la estructura poscubista, frecuente
desdoblamiento de las figuras, delimitación de
las imágenes con fuertes linealidades oscuras
que aprisionan los volúmenes, estructuración
geométrica del cuadro…
Por otra parte, en esos años imprime a
su pintura de tema campesino un mensaje
de alto contenido social y reivindicativo, lo
que no es ajeno a su progresivo y prudente
acercamiento a los movimientos políticos,
sociales y culturales opuestos a la dictadura.
Fue Gerardo Diego quien analizó con gran
clarividencia la evolución artística de Zabaleta
en un artículo titulado «Zabaleta, la poesía y
Zabaleta», (Clavileño, marzo-abril de 1952,
pp. 36-40), que nos ha servido de inspiración
para titular esta exposición. Escribía el poeta:
[…] ¡Cuántas noches, cuántas albas de
prodigio no habrá contemplado Zabaleta
desde su casa de campo […] para llegar a
cuajar en pasta de color el alma misma de
la trágica Andalucía de allá arriba! Como
no sea la poesía dramática de Federico
García Lorca, yo no conozco ninguna inter-
pretación esencial […] de la alta Andalucía
serrana comparable en densidad, vigor y
encarnizamiento a esta de Zabaleta. La he-
mos visto sus amigos, sus devotos, forjarse
año tras año con lentitud y progresión obs-
tinadas. Desde el impresionismo humilde
de superficie se iba enriqueciendo, ahon-
dando de técnica y de espíritu; iba ganando
en jugo, en síntesis, en pasión; se iba ha-
ciendo no ya contemplación, sino memoria
[…]. Y ahí la tenéis en los últimos lienzos
concentrados y explosivos como granadas,
furiosos y latentes, sin traicionar su ínti-
ma estructura fiel a la realidad, a la doble
realidad del planeta exterior y de la estrella
interior que guía al poeta.
En un sentido similar escribiría más tarde
Joaquín de la Puente:
[…] el Zabaleta esencial supera en interés al
Zabaleta cazador de tipos, trastos, liebres y
paisajes. […] la pintura-pintura de Zabale-
ta zahiere, incomoda y desazona a quien la
mira («Al encuentro con Zabaleta», Ínsula,
marzo de 1962, p. 13).
París. Zabaleta y Picasso
Rafael Zabaleta visitó París en seis ocasiones
(1935, 1949, 1950, 1954, 1957 y 1959). Su se-
gunda estancia en la capital francesa (de 29 de
abril a 13 de junio de 1949) fue especialmente
rica y significativa; allí mantuvo un estrecho
contacto con numerosos artistas españoles
exiliados y visitó sus estudios, lo que le per-
mitió ver la realidad social, política y artística
española con otros ojos y tuvo una gran impor-
tancia en la orientación de su pintura y en su
actitud vital.
En la década de los 50, tras esa segunda
visita a París, Zabaleta se consolida como un
artista de importancia, tanto a nivel nacional
como internacional. Vende más obras y a me-
jor precio, lo que va reduciendo la dependen-
cia económica de su condición de propietario
agrícola de Quesada y le concede una libertad
que trasciende al campo y al pueblo.
Fue durante esa estancia parisina cuando
Zabaleta conoció personalmente a Picasso, en
cuyo taller conversaron durante varias maña-
nas (31 de mayo, 8 y 11 de junio de 1949).
Ambos artistas se intercambiaron algunas
obras; las recibidas por Zabaleta se pueden
contemplar en esta exposición. Zabaleta re-
galó a Picasso uno de sus dibujos surrealis-
tas; posteriormente, le hizo llegar el sombrero
cordobés que este le había pedido y con el que
aparece el malagueño en la conocida fotografía
que Irving Penn le hizo en La Californie (Can-
nes, 1957). En una carta de 10 de julio de 1950,
Jaime Sabartés escribe al respecto a Rafael Za-
baleta: «Picasso, como lo suponía, se presentó
en Nimes luciendo el magnífico cordobés que
usted le trajo. Aunque le va un poco grande,
con ayuda de un rellenito de papel, le cae per-
fectamente y está contentísimo. Me encargó
mucho que no olvidara de darle las gracias en
su nombre».
Picasso fue siempre un referente obligado
para Rafael Zabaleta. En una entrevista que le
hizo el periódico cubano Diario de la Marina,
el 4 de abril de 1955, el pintor declaraba:
Picasso es el maestro universal y tiene las

características de genio español, porque no
hay duda de que con Goya terminó la gran
pintura española. Picasso abre y sugiere,
no a una región ni a un país, sino a todo el
mundo. No podría hablarse jamás de pin-
tura sin nombrarlo a él en primer término.
El espectador atento descubrirá en varias
obras de esta exposición la notable influencia
temática y estilística del pintor malagueño en
la pintura de Rafael Zabaleta.
Obra expuesta
Podemos contemplar en esta muestra más de
cuarenta obras de Rafael Zabaleta (paisajes,
figuras, bodegones, nocturnos, retratos…). En
la mayor parte de ellas están presentes algunos
motivos que tuvieron especial relevancia en la
producción del pintor: el paisaje serrano y urba-
no de su tierra natal, el «paisaje interior» de su
casa y su estudio, y el campesinado, tema este
último por el que será especialmente conocido y
referente obligado para movimientos como Es-
tampa Popular, un grupo de grabadores de los
años 60 comprometidos con el arte social.
Hemos optado por presentar en esta expo-
sición la obra de Zabaleta siguiendo un criterio
temático flexible, si bien, observando la fecha
Agenda personal de Rafael Zabaleta. Páginas correspon-
dientes a los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio de 1949.
de realización de cada cuadro, descubriremos
al mismo tiempo la evolución de su pintura.
Así pues, la hemos distribuido en secciones
de diferente amplitud: «paisaje exterior y es-
pacio interior vital y artístico», «campesinos y
pastores», «el circo» y «obra surrealista».
Las obras expuestas proceden del Museo
Zabaleta de Quesada y de cinco colecciones
particulares: la de la familia Castaño Lasao-
sa-Zabaleta, la de Dolores Julve Guerrero, la
de Carlos M. Marco Romero, la de Rafael Ceba-
llos Atienza y la de la familia Reverte Méndez.
Algunas reflexiones sobre la obra de
Zabaleta
Ya hemos citado en apartados precedentes
algunas valoraciones (las de Gerardo Diego y
Joaquín de la Puente) sobre el significado de
la obra de Rafael Zabaleta y sobre la evolución
de su pintura. Incluimos a continuación dos ci-
tas más que pueden ayudarnos a dirigir mejor
nuestra mirada a las creaciones expuestas en
esta muestra.
Ramón D. Faraldo escribía en El Globo Co-
rreo de las Artes (1951):
Rafael Zabaleta es un pintor popular,
como pudo ser popular la poesía de Lorca:
por las mismas razones que no pertenecen
totalmente al pueblo, aunque el pueblo
puede reconocerse en ellas […].
Quiero decir que Zabaleta es un gran
pintor en la medida que es un narrador
excepcional, y que su lenguaje ha
conseguido la infrecuente condición de
ser asequible a todo el mundo, aunque se
haya formado dentro de los más avanzados
estilos actuales.
[…] Zabaleta significa el esfuerzo más
hondo por aplicar a una tipología española
las victorias del arte internacional. En este
sentido, su pintura es absolutamente realis-
ta. Nada, o casi nada, es falso. Lo que se ha
pintado se ha contemplado. El pintor es un
testigo. Y si algunas de sus versiones se nos
antojan excesivas, no deben atribuirse a la
índole de su invención, sino a la índole de
la realidad que retratan. Quien conozca la
aldeanía española, lo extraordinario de mu-
chos de sus hombres, lugares y actos, se dará
cuenta de que Zabaleta puede a veces acer-
carse a lo caricaturesco; pero también de
que sus caricaturas se han hecho del natural.
Y Enrique Azcoaga recordaba a Zabale-
ta con estas palabras, que pueden contri-

EL PLANETA EXTERIOR Y LA ESTRELLA INTERIOR
L A A LTA A N DA LU C Í A E N L A P I N T U R A D E R A FA E L Z A B A L E TA
buir a que entendamos mejor el significado
profundo de su pintura:
[…] no podría perfilar en el recuerdo
la personalidad de Rafael Zabaleta si no
subrayase que, en su compañía, hablar de
algo que simbolizaba la negación de la Es-
paña reaccionaria y putrefacta, acendraba
nuestra actitud. Rafael sabía, y de ello con-
versamos en miles de ocasiones, que la cul-
tura era la primera exiliada entre los miles
de trasterrados que abandonaron España
incompatibles con el franquismo
[…] Y Rafael Zabaleta, tan callado, tan
discreto, tan morigerado y, sin embargo,
tan intransigente, perteneció a los españo-
les que de una manera o de otra opusimos
constantemente en arte y poesía lo que
Juan Ramón y Picasso, Machado y Picas-
so, Alberti y Picasso, Alberto Sánchez y Pi-
casso, Lorca y Picasso, Miguel Hernández
y Picasso suponían para nosotros, frente a
todo lo que se nos vino encima como con-
secuencia de una serie de señores de los
que prefiero no hablar…
[…] en tiempos en que la cultura esta-
ba exiliada de Madrid y de Andalucía […]
nos uníamos con extraordinaria frecuencia
con el fin de lamentar una España como la
que Rafael, yo y tantos padecimos; no era
la que queríamos, la que pretendíamos,
la que las gentes de pluma y pincel de los
años cuarenta echábamos de menos para
no confundir, entre tantas cosas, país con
cuartel…
[…] No se podía pintar como Rafael Za-
baleta pintaba y estar de acuerdo con un
clima donde lo que trataba de triunfar, por
encima de todo, era un academicismo de
tres al cuarto, perfectamente integrado en
un clima político para el que la libertad no
existía.
[…] Por artistas como Rafael Zabaleta
[…] la España de los cuarenta no le hizo el
juego a un aculturalismo siniestro, arras-
trado por un agobiante poder…
(«Mi buen amigo Rafael Zabaleta» en
Zabaleta Homenaje. Diputación Provin-
cial de Jaén, 1984, pp. 30-34).

PA I S A J E .
E S PA C I O I N T E R I O R V I TA L
Y A R T Í S T I C O

Autorretrato
Óleo sobre lienzo • 25,4 x 19,1 cm • 1950
COLECCIÓN FAMILIA CASTAÑO LASAOSA-ZABALETA
Autorretrato
Óleo sobre lienzo • 61 x 50 cm • 1956
MUSEO ZABALETA DE QUESADA (JAÉN)

El jardín
Óleo sobre lienzo • 65 x 80,5 cm • 1944
Bodegón y paisaje
Tinta china • 100 x 70 cm • 1956

Mercería
Arrabal de Quesada

Nocturno de pareja
Parque de noche

Sin título (rama de árbol)
Lápiz sobre papel • 17 x 24 cm • c. 1945
Composición (bodegón cubista)
Tinta china • 17 x 25,2 cm • c. 1950

Bodegón
Acuarela • 51 x 58 cm • c. 1956
Bodegón compuesto

Bodegón compuesto
Tinta china • 100 x 70 cm • 1958
Paisaje
Acuarela • 65,5 x 48,8 cm • c. 1948

Perdices y reclamo
Óleo sobre lienzo • 80,2 x 100 cm • 1957
Bodegón de caza
Acuarela • 62 x 50,5 cm • 1943

La escuela
Autorretrato con modelo

Madrid
Acuarela • 51 x 62 cm • c. 1949
La playa

La Boda
COLECCIÓN REVERTE MÉNDEZ
C A M P E S I N O S Y PA S T O R E S

Campesino
Campesinos
COLECCIÓN CEBALLOS ATIENZA

El hombre, la mujer y la moza
Serranos

La trilla
Acuarela • 32 x 46 cm • c. 1946
Viejo campesino
Tinta china • 100 x 70 cm • c. 1953

El beso
Tinta china • 21 x 15,2 cm • c. 1950
Campesinos cribando

Paisaje de estío
Mujer y dos niñas
COLECCIÓN CARLOS M. MARCOS ROMERO

El carro
COLECCIÓN DOLORES JULVE
Aceituneras

La vieja y la niña
Campesinos

Maternidad
Óleo sobre lienzo • 80,2 x 65 cm • 1952
Formas en tierras de secano

Arlequín y Pierrot
Titiriteros

Volatineros
O B R A S U R R E A L I S TA
« S U E Ñ O S E N Q U E S A D A »

Dibujo de la serie Sueños en Quesada
DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE JAÉN • MUSEO ZABALETA DE QUESADA (JAÉN)
Dibujo de la serie Sueños en Quesada
Tinta china • 19,5 x 28,5 cm • c. 1940

Composición surrealista
R E G A L O S D E P I C A S S O
A R A FA E L Z A B A L E TA

Pablo Picasso: Maya
Offset • 85,5 x 61,5 cm • Dedicado por Picasso a Rafael Zabaleta
Pablo Picasso: Cartel de exposición
Litografía firmada por Pablo Picasso • 60 x 40 cm • 1948 • Regalo de Picasso a Rafael Zabaleta

Christian Zervos: Dessins de Pablo Picasso 1892 - 1948
Libro impreso • 32 x 24 cm • 1949 • Dedicado por Picasso a Zabaleta
Plato de porcelana con dibujo de Pablo Picasso y texto de Paul Éluard
Al dorso, firmas de Picasso y Paul Éluard y logo de la empresa de loza Salins France • 25 cm • Regalo de Picasso a Rafael Zabaleta

A G R A D E C I M I E N T O S
A las instituciones, familias y personas propietarias de las obras expuestas,
generosamente cedidas para esta exposición: Ilustre Ayuntamiento de Quesada
(Jaén), familia Castaño Lasaosa-Zabaleta, Dolores Julve Guerrero, Carlos M.
Marco Romero, Rafael Ceballos Atienza, familia Reverte Méndez y Diputación
Provincial de Jaén.
Al equipo humano del Museo Zabaleta de Quesada y de Artium (Museo de arte
contemporáneo del País Vasco) por su valiosa colaboración en la organización
de esta exposición.
A Vicente Ortiz García, autor de las fotografías correspondientes a las obras
procedentes del Museo Zabaleta de Quesada que aparecen en el catálogo.
A todos los hombres y mujeres que, unidos por la voluntad de difundir la obra
de Rafael Zabaleta y de presentar al público de Málaga y Antequera una muestra
interesante y atractiva, han hecho posible esta exposición con su trabajo, sus
aportaciones y su estímulo.

DIPUTACIÓN DE MÁLAGA
Presidente
J. Francisco Salado Escaño
Diputado delegado de Cultura
Manuel López Mestanza
EXPOSICIÓN
Organiza
Delegación de Cultura
Diputación de Málaga
Director de Cultura
Antonio Roche González
Asistencia técnica
Montserrat Clos Fabuel
CATÁLOGO
Edita
Delegación de Cultura
Diseño y cuidado de edición
Myriam de Luis Rodríguez
Auxiliar de maquetación
E. Macarena Muñoz Cardeñas
Depósito legal MA 812- 2023
malaga.es/culturama
@culturaMVA
© Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023

malaga.es/culturama
DEL 27 DE JULIO AL 9 DE OCTUBRE DE 2023
CENTRO CULTURAL MVA | MÁLAGA
OLLERÍAS 34 | DIPUTACIÓN DE MÁLAGA
DEL 20 DE OCTUBRE AL 26 DE NOVIEMBRE DE 2023
MAD ANTEQUERA | ANTEQUERA
DIEGO PONCE 12 | DIPUTACIÓN DE MÁLAGA
AYUNTAMIENTO
DE QUESADA

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