El documento discute cómo el bien y la verdad son fuentes de belleza y gozo espiritual. Practicar el bien es un regalo de Dios que trae placer, y ayudar a otros nos llena de alegría. La belleza moral de vivir con amor es más hermosa que la belleza estética. La verdad también es bella porque refleja a Dios, quien es la verdad suprema.