La Universidad Señor de Sipán de Chiclayo rinde un justo homenaje en vida al poeta lambayecano Raúl Ramírez Soto, en el auditorio de dicha Casa de estudios Superiores, el día 10 de julio 2012.
"En la Plaza de Cabana" forma parte del libro "Imágenes de la Tierra de los Pashas", del autor Enrique Vásquez Sifuentes, próximo a publicarse en su segunda edición a.c.
EL Instituto Educativo Discovery, te ofrece los siguientes ocho consejos para que tu viaje por Perú sea lo más placentero y completo posible.
http://www.gediscovery.edu.pe/
La Universidad Señor de Sipán de Chiclayo rinde un justo homenaje en vida al poeta lambayecano Raúl Ramírez Soto, en el auditorio de dicha Casa de estudios Superiores, el día 10 de julio 2012.
"En la Plaza de Cabana" forma parte del libro "Imágenes de la Tierra de los Pashas", del autor Enrique Vásquez Sifuentes, próximo a publicarse en su segunda edición a.c.
EL Instituto Educativo Discovery, te ofrece los siguientes ocho consejos para que tu viaje por Perú sea lo más placentero y completo posible.
http://www.gediscovery.edu.pe/
Investigaciòn realizada en el marco de la capacitaciòn 2009, con la finalidad de fortalecer la habilidades y destrezas en el área de Ciencia Tecnologìa y Ambiente.
1. La Central de Abasto en un sábado de plaza, llena de ‘marchantes’.
Sábado de plaza:
paranoia en la Central
Texto y fotos: Wendy Laura Castro Morales
Sábado a las nueve de la mañana, me levanté de mi asiento y bajé del transporte urbano des-
pués de casi 40 minutos de un viaje nada placentero por cierto. Decidí bajarme en la calle de
Las Casas para comenzar mí recorrido por la Central de Abasto, la cual hoy se vistió de colores
multiformes por ser día de plaza. Como sumergirse a un territorio en el que la distracción es el
peor enemigo, así es un día en este lugar; como se dice vulgarmente “hay que ponerse trucha”.
La muchedumbre está presente, el número de personas es inmenso, entre comerciantes y clientes
abarcan cada rincón de la Central de Abasto. La gente camina rápido, empuja, los gritos de comer-
ciantes, de choferes de taxis y de microbuses no se hacen esperar, niños y bebés lloran como si
algo terrible estuviese pasándoles. Aquí el ‘pan nuestro de cada día’ son los asaltos, que muchas
veces se dan a plena luz, algunos son escandalosos, sin embargo, otro pasan desapercibidos.
2. Al cruzar la avenida se oían más gritos de los ‘chalanes’ que ayudan a los camioneros a anunciar
las rutas de pasaje: “súbale, súbale”, “Santa Rosa”, “El Rosario IVO”, “1a etapa”; continué el reco-
rrido y a un costado observé el estacionamiento más grande de la central en donde se encuentra
el puesto de platanitos fritos y aguas de sabor y decidí comprar una de limón, casi inmediatamen-
te me topé con un puesto de periódicos y revistas que tenía el logotipo de NOTICIAS pintado en
la pared, dicho local es visitado en su mayoría por señores, quienes se quedan leyendo un medio
impreso o simplemente admirando la portada de los diarios y revistas donde aparecen sensuales
chicas y mujeres famosas.
Frente a mí el pasillo donde están ya establecidos los ‘señores boleros’ que gozan de ‘admiran’ a
toda mujer que transita por el lugar a tiempo de vociferar piropos poco sutiles. A mis espaldas la
‘Zona Seca’ o ‘todo de todo’ como es conocida por muchos, ésta está compuesta por locales de
ropa y calzado de todo tipo, pan, comida, tortilleras, marisquerías, piratería y demás.
El número aproximado de puestos que
tiene la Zona Seca es de 700, cifra pro-
porcionada por la Licenciada Liliana, se-
cretaria del Administrador de la Central
de Abastos.
Continué mi recorrido fuera de la Zona
Seca, me dirigí al pasillo de Las Flores,
el aroma es distinto, más agradable.
Más de 200 puestos de flores en su ma-
yoría atendidos por mujeres entre 30 y
60 años, es posible observar mujeres
amamantando a sus bebés y otras más
cargándolos a sus espaldas envueltos
por un rebozo; es de admirar como esas
personas se entregan al oficio de comer-
Un lugar donde puedes encontrar todo tipo de objetos y
ciantes con la ilusión de progresar y salir
enseres para cualquier ocasión.
adelante.
Seguido de este pasillo se encuentra la Zona Húmeda donde hay carnicerías, abarrotes, creme-
rías, plásticos, frutas, accesorios para cabello, zapatos y piratería, entre CD y películas, esta zona
es del tamaño de dos cuadras juntas aproximadamente. En ambiente aquí se acompaña de un
lenguaje singular: “¿qué va a querer güerita?”, “pásele”, “lo que le agrade sin compromiso”, “qué
buscaba marchantita”, “mire nomas qué fresco está el queso, el tasajo”, “lo que guste”.
La central de Abasto cobija a una calle llamada Mercaderes, donde los comerciantes estacionan
sus camiones para guardar cajas o anaqueles y descargar su mercancía.
“¡Qué pasó mano! ¿Ya echándole ganas a la chamba?”- le decía un señor a otro; “Pos hay va-
mos”, respondió el otro mientras entraba a la bodega en donde guardan desde muebles, pollos
y demás animales hasta ropa y calzado; frente a la bodega se encuentran los baños, en donde
se cobra $3.00 por persona, el servicio es para hombres y mujeres, son pocos los baños que se
mantienen debido a la cantidad de gente que los utiliza.
3. Salí de la bodega después de un largo recorrido a la calle Ampliación de las Casas, que lleva a la
bodega de frutas, frente a ésta se encuentra la ‘zona de fayuca’ también conocida como Mercado
Lázaro Cárdenas.
La tarde estaba por llegar y los comerciantes comenzaban a cerrar sus puestos, a partir de las
cinco de la tarde los clientes abandonan el lugar y a las seis de la tarde queda casi ‘despoblada’,
sin embargo, los choferes de los microbuses colaboran con el ruido de ameniza el ambiente pues
ellos trabajan hasta las diez de la noche aproximadamente.
Fuera de la zona de frutas están las
taquerías, se percibe un aroma pecu-
liar, doce son las taquerías que ali-
mentan a las personas que aquí se
dan cita, crucé la calle y frente a mí
la tan aclamada ‘zona de fayuca’, un
espacio de varios metros cuadrados
con forma de herradura o letra “U”,
su nombre es Lázaro Cárdenas; en
esta bodega encuentras muchos CD,
DVD, estéreos, carátulas, bocinas,
relojes, celulares, videojuegos, Xbox,
nintendos, consolas, joyas, pilas, ac-
cesorios para televisores, radios, au-
tos, autobuses, infinidad de cables,
incluso ropa, tenis, todo lo que pue-
das imaginar, los comerciantes ven-
den muchas marcas reconocidas a Sin duda el trabajo de los comerciantes es arduo, son la
nivel mundial, te las ofrecen con ga- fuerza de la Central de Abasto.
rantía, pero no es del todo confiable.
En mi recorrido encontré la central de autobuses de segunda clase, ésta es un terreno verdadera-
mente amplio, fue ahí donde concluí mi recorrido, avancé a la parada de camiones para retirarme
del lugar, mientras iba recordando los detalles que aprecié del lugar, tanta gente en un solo terri-
torio, pensé: ¡Sí que somos demasiados!, sobre todo recordé ese ambiente que pocos muy poco
están dispuestos a conocer, sentí admiración por la gente que trabaja alrededor de la central de
abasto de Oaxaca, gente que duerme poco y aún así continúa su día trabajando arduamente de
sol a sol.
Agradezco cada uno de mis privilegios, pues con sólo recorrer este sitio, terminé agotada. Hoy mi
vida tiene un valor agregado◘