Choco, un pequeño pájaro amarillo, buscaba desesperadamente una mamá. Rechazó a varios animales que no se parecían a él. Llorando de tristeza, conoció a la señora Oso, quien aunque no se parecía a él, lo abrazó y cantó para alegrarlo. Choco decidió que la señora Oso podría ser su nueva mamá a pesar de las diferencias, y se unió felizmente a su nueva familia.