Enric Bernat, un confitero español de Barcelona, inventó el chupa chups a finales de los 1950s como un caramelo que los niños podían agarrar con un palito en lugar de con las manos, inspirándose en que los niños son los mayores consumidores de dulces. En 1958, Bernat fundó la compañía Chupa Chups dedicada a la fabricación y venta de piruletas, la cual ahora pertenece al grupo italiano Perfetti Van Melle.