La historia trata de una niña cuya madre era una bruja malvada que perseguía a su hija y echaba hechizos a los niños. La abuela era buena y acogió a la niña. Más tarde, la abuela se volvió mala y le dijo a la niña que un lobo podía comerla, y el lobo se la comió. Un cazador mató al lobo, rescató a la niña, y todos volvieron a la normalidad y vivieron felices para siempre.