La historia trata de una niña huérfana llamada Sofía que vivía con su abuelo en una granja junto a un bosque. Sofía encontró un perro en el bosque y le puso un lazo rojo alrededor del cuello para reconocerlo. Veinte años después, antes de casarse, Sofía volvió al bosque y encontró los restos esqueléticos del perro con el lazo rojo aún atado.