Este documento presenta una sesión sobre cómo establecer los fundamentos para el crecimiento de una iglesia mediante la definición de sus propósitos. Explica que una iglesia con un propósito claro edifica a sus miembros y permite un crecimiento efectivo. Propone que los cinco propósitos bíblicos de una iglesia son adorar a Dios, evangelizar, incorporar nuevos miembros, educar para la madurez espiritual, y demostrar el amor de Dios a través del servicio.