Este documento describe nueve formas para que una iglesia avance con propósito. Estas incluyen: 1) enfocarse en los cinco propósitos de la iglesia (evangelismo, adoración, comunión, discipulado, ministerio) uno por uno; 2) diseñar programas para cada propósito y grupo objetivo; 3) basar la educación cristiana en los propósitos; 4) poner los propósitos al centro de los pequeños grupos; 5) organizar los ministerios en equipos basados en los propósitos.