El documento habla sobre la prosperidad según la Biblia. Explica que la prosperidad verdadera según la Biblia es tener éxito y recibir ayuda en el camino de la vida, no solo en términos materiales. También presenta varios principios bíblicos para la prosperidad como confiar en Dios, trabajar arduamente pero de forma inteligente y responsable, administrar bien las finanzas ahorrando e invirtiendo, y compartir con los demás. Todo con el objetivo de glorificar a Dios.
Recuperando el Rumbo Hasta la Transformación Parte #4.pptx
Prosperidad según la Biblia
1. Prosperidad según la
Biblia
“Amado, yo deseo sobre todas las cosas que seas
prosperado y que tengas salud, así como prospera tu alma.”
3 Juan 1:2
2. Cómo medimos la prosperidad
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Ventas Mensuales
Serie 1 Serie 2 Serie 3
3. Parámetros bíblicos de la prosperidad
• Según Su poder. Efesios 3:20
• Según Sus riquezas. Filipenses 4:19
• Según Su propósito. Eclesiastés 7:14
4. ¿Prosperidad vs. Pobreza o hay algo más?
Teología del Contentamiento.
• Filipenses 4:12
• Lucas 12:15
5. César vs. Dios
• Principio de “dad a Cesar lo que es del Cesar, y dad a Dios lo que
es de Dios.” Mateo 22:21
• Existen concejos bíblicos para las distintas situaciones.
1Timoteo 6:17
• Las condiciones de trabajo las da Dios. Salmos 65:9
6. ¿Qué es prosperidad en la Biblia?
• 3 Juan 1:2
• ευοδόω [euodoo] yoo-od-o'-o
de una composición de [eu] que significa bueno y [hodos] que
significa camino; recibir ayuda en el camino, eso es
(pasivamente) éxito para llegar; figurativamente tener éxito en
asuntos de negocios: tener una jornada prospera
7. Principios Bíblicos Para la Prosperidad
Y será como el árbol plantado junto á arroyos de aguas, Que da su
fruto en su tiempo,Y su hoja no cae;Y todo lo que hace, prosperará.
Salmos 1:3
8. Confiad en Dios (Buscad el Reino)
• Poner a Dios primero – Mateo 6:33
• Fortalecer la Fe: Oración y Lectura de la Palabra
• Practique la Justicia
• Buscar las cosas de arriba – Colosenses 3:1
9. TrabajoArduo
• Trabajar no es “falta de fe”, sino obediencia a la Palabra.
Proverbios 28:19
• Trabajemos aprovechando el tiempo
• Eclesiastés 11:4
• Proverbios 14:23
• Proverbios 6:6
• Eclesiastés 2:24
• Eclesiastés 9:10
• Eclesiastés 11:6
10. TrabajoArduo
• Trabaje responsablemente. Proverbios 10:4
• Trabaje inteligentemente, tendrá más rendimiento.
Proverbios 14:4
• No procrastine, le puede costar dinero. Proverbios 24:30-34
¿Qué es Prosperar?
Mejorar de situación, tener éxito, progresar, salir a flote, triunfar
La prosperidad no solamente la podemos medir, con el parámetro de la acumulación de bienes materiales. Muchas personas en el mundo poseen riquezas incalculables, y no han podido encontrarse a si mismos. Viven en gran depresión, mostrando una vida carente de paz, amor, sintiéndose cada vez más vacíos. Vacío que quieren llenar dando lugar a la avaricia (afán desmedido por poseer riquezas que nunca será saciado).
Por su puesto estas personas tampoco van a encontrar llenura en otras áreas de sus vidas, siempre acusarán un faltante en su interior, que se volverá mas fuerte en la medida, que la persona capitalice sus fracasos.
Ejemplo lo encontramos en los hombres y mujeres de fama:
-Los artistas de cine -Políticos y personas influyentes -Deportistas -Hombres de negocios
En sus cartas a las siete iglesias de Apocalipsis se mencionan dos iglesias las cuales una de ellas, Laodicea, era abundantemente rica en el aspecto material y otra, Esmirna, que era sumamente pobre. Sin embargo, la iglesia de Laodicea aunque poseía riquezas era una iglesia ‘tibia’, ni fría ni caliente, la cual Jesucristo le dijo que sería vomitada de su boca. A pesar de ser una iglesia llena de abundancia y sin necesidad de nada en el mundo, en el área espiritual esa iglesia era “miserable y digno de lástima, y pobre, ciego y desnudo”:
Revelación 3:15-20
Yo conozco tus obras, que ni eres frío, ni caliente. Ojalá fueses frío, ó caliente! Mas porque eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un cuitado y miserable y pobre y ciego y desnudo; Yo te amonesto que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Y para colmo de males Jesucristo estaba afuera de esa iglesia:
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
En contraste, comparemos las palabras dirigidas la otra iglesia mencionada, la de Esmirna. Esta era una iglesia que vivía en suma pobreza, no gozaba de las “bendiciones” que tenía la iglesia de Laodicea. Aunque desde el punto de vista del mundo era pobre, ante los ojos de Dios era “rica”:
Revelación 2:8-9
Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: "El primero y el último, el que estuvo muerto y ha vuelto a la vida, dice esto: 'Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás.
Entremos en contexto
En la vida cristiana uno entra a vivir en el reino de Dios. Cuando hablamos del reino de Dios tengamos en claro:
Romanos 14:17
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo.
Romanos 1:16
no me avergüenzo del evangelio porque es poder de Dios para salvación para todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego
Efesios 3:20
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.
Salmos 127:1,2
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Salmos 24:1
Eclesiastés 7:14
En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
Existe el error de pensar que si uno no tiene una “teología de prosperidad” y bienestar material lo que tiene es una “teología de pobreza” y calamidad. Pero la Biblia no establece esta diferencia de esa manera. Veamos lo que la Biblia dice por boca de Pablo:
Filipenses 4:12
Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.
La perspectiva Bíblica es una “teología del contentamiento”; y eso es muy distinto a la resignación y la inactividad que trae pobreza y diferente a la avaricia e interés exagerado en las cosas materiales en busca de prosperidad. Dios no condena el deseo a mejorar nuestra situación material, ni condena el derecho a la propiedad privada (Hechos 5:4); pero las Escrituras no ponen peso alguno sobre lo material como medida de fe o espiritualidad. De hecho, Cristo mismo dejo bien claro que lo material no determina lo espiritual y vice-versa.
Lucas 12:15
Y díjoles: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
Según Jesús, el desear abundancia de bienes es ‘avaricia’ de la cual debemos “guardarnos”. Pablo concuerda cuando dice que “el principio de todos los males es el amor al dinero”. El desear dinero es necesario para poder subsistir en el sistema de este mundo pero no tiene nada que ver con ganancias espirituales. Como cristianos, ni se es espiritual porque se tiene mucho dinero, ni se es menos espiritual porque se tienen poco. Simplemente se tiene dinero o no se tiene.
En cierta ocasión a Jesús se le preguntó si era bueno pagar tributos al Cesar a lo que el contestó “dad a Cesar lo que es del Cesar, y dad a Dios lo que es de Dios.” (Mateo 22:21) El dinero es asunto del Cesar, el corazón es asunto de Dios. Mientras estemos en esta tierra esperando la revelación de Jesucristo cuando todo ha de pasar en este mundo, debemos de procurar darle a Dios lo que es de Dios y darle al Cesar lo que le pertenece.
En las iglesias hay gente que tienen dinero y gente que no tienen mucho dinero. Esto no dice nada de su estado espiritual, sin embargo, Pablo dice a Timoteo que aconseje a los “ricos de este mundo” que eran creyentes lo siguiente:
1 Timoteo 6:17
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
Pablo reconoce que las riquezas, aun las de este mundo, vienen de Dios. Aunque los ricos lo sean a consecuencia de su trabajo y de su empeño en los negocios, tales son provistas por Dios y eso es cierto tanto para creyentes como para impíos. Lo ricos no deben poner sus confianzas en las riquezas, sino en Dios. Dios nos da abundantemente para que disfrutemos, pero al mismo tiempo leemos que hay pobres entre vosotros (Rom. 15:26; Gal 2:10). El significado de esas palabras simplemente indican que cualquier abundancia que recibamos, viene de Dios. El mismo Jesús dijo que Dios hace salir el sol y envía lluvia sobre buenos y malos (Mateo 5:45) y riega la tierra para que de fruto abundante:
Salmos 65:9
Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia, en gran manera la enriqueces; el río de Dios rebosa de agua; tú les preparas su grano, porque así preparas la tierra. 10 Riegas sus surcos abundantemente, allanas sus camellones, la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.
Pablo sigue diciendo:
1 Timoteo 6:18,19
Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.
Pablo dice que “compartan” con otros, eso lo llama “buenas obras”. Obviamente, si Pablo les dice que compartan, es porque hay otros que no tienen. Interesantemente Pablo no dice que los que no tienen deben de tratar o afanarse por tener riquezas sino que los que tienen riquezas, que las compartan. Santiago dice lo siguiente en cuanto a los “pobres de este mundo”:
Santiago 2:5
Hermanos míos amados, escuchad: ¿No escogió Dios a los pobres de este mundo para ser ricos en fe y herederos del reino que El prometió a los que le aman?
Finalmente Pablo dice que al dar, acumulan tesoro de buen fundamento, “lo que es en verdad vida”. Es decir, lo que es de verdad vida, nada tiene que ver con “tener riquezas”, sino con “la confianza en Dios”, y las “buenas obras”.
El siguiente texto es utilizado a menudo para ‘probar’ que la abundancia de riquezas son indiscutiblemente y continuamente la herencia de los santos:
3 Juan 1:2
Amado, ruego que seas prosperado en todo así como prospera tu alma, y que tengas buena salud.
Esta es una ‘oración’ o ‘deseo’ de Juan a Gayo, el receptor de esta carta. ¿Podemos decir que aplica a nosotros? ¡Ciertamente!, es un deseo que debemos tener también para nuestros hermanos en la fe. ¿Significa eso que habrá siempre ‘abundancia’ de bienes materiales? No necesariamente. Pero si podemos estar seguros que Dios velará por nosotros y nos dará lo necesario para nuestro sostén. La oración del “Padre Nuestro” dice “el pan nuestro de cada día, dánoslo hoy…”.
Es importante tener un definición bíblica de lo que significa ‘prosperidad’ desde el texto bíblico. Si no definimos las cosas bíblicamente, tampoco tendremos conclusiones bíblicas de lo que creemos. La palabra Griega para ‘prosperado’ es [eudoo]. Esta palabra tiene la connotación de “ayuda en el camino”:
ευοδόω [euodoo] yoo-od-o'-o
de una composición de [eu] que significa bueno y [hodos] que significa camino; recibir ayuda en el camino, eso es (pasivamente) éxito para llegar; figurativamente tener éxito en asuntos de negocios: tener una jornada prospera
Ser prosperado no es tener en grande abundancia (la abundancia la tiene Dios) sino tener provisión ‘constante’ o ‘continua’. Visto bíblicamente ‘prosperidad’ es la ‘provisión’ para nuestro viaje por la vida. Es decir, el tener provisión para nuestras necesidades. Sin embargo hay algo importante que muchas veces se pasa por alto al discutir este tema. La ‘manera’ en que Juan desea que el receptor de su carta sea “prosperado en todo” es “así como prospera tú alma”; es decir “de la misma manera que va prosperado tu alma”. Juan señala la prosperidad del alma de Gayo como uno que “anda en la verdad” (vs. 3). La prosperidad del alma no es algo que ocurre de la noche a la mañana, milagrosamente y sin esfuerzo alguno. Para que su alma prosperara, Gayo debía ‘andar’ en la verdad. Eso requiere tanto dedicación como esfuerzo. El crecimiento espiritual es así y los que se envuelven en las cosas espirituales, y trabajan arduamente en su búsqueda de Dios y las cosas del cielo, experimentan crecimiento. De igual manera, los que se esfuerzan en la vida, e invierten tiempo en las cosas que producen buenos resultados también han de ver el fruto de su labor. Pablo en su carta a los filipenses:
Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
La palabra “suplirá” indica ‘llenura’ y es eso lo que Dios ha de hacer, nos suplirá a cabalidad lo que nos hace falta ‘cada día’. Es cierto que Dios es el que provee nuestras necesidades y sacia de bien nuestra boca (Salmo 103), sin embargo, aun dentro de ese cuidado divino, existen momentos cuando “nos falta”, como lo deja claro el Apóstol y por eso a veces experimentamos tiempos de escasez tanto emocional, como física (de salud) y material (financiera). Se pierde un trabajo, hay un gasto no previsto, hay enfermedad en la familia, etc. ¿Significa eso que Dios no está supliendo o que ocurre?; al contrario, es en esos precisos momentos cuando “nos falta” cuando Dios ha de proveernos todo lo que nos hace falta. Si nunca nos faltara nada, ese texto no tendría ningún sentido pero “cuando nos falta” entonces Dios provee. Cuando nos hace falta trabajo, dinero, paz, estabilidad emocional, salud, gracia, confianza, fe o esperanza, Dios nos suplirá lo necesario para llenarnos en ese momento de necesidad.
Debemos recordar que a veces Dios permite momentos de estrechez en nuestra vida como parte de nuestro crecimiento espiritual. Dios desea que crezcamos en confianza en el y aprendamos a depender de su cuidado. También aprendemos que todo lo que tenemos lo debemos a Él. ¿Cómo sabemos que Dios es nuestro sanador si no hemos visto su mano sanando? ¿Cómo puede alguien testificar de la provisión divina si no ha experimentado un momento de escasez donde ha visto la respuesta divina proveyendo? Lo que necesita ser fortalecida es nuestra ‘fe’ y es eso precisamente lo que Dios hace cuando pasamos por ‘diversas pruebas y dificultades’
Debemos saber que Dios es el dueño del oro y la plata (1 Reyes 20:3) y dueño del mundo y todo lo que hay en él (Salmo 24). Dios posee todo lo que necesitamos y puede proveernos para cubrir nuestra necesidad.
Los principios bíblicos para disfrutar de su provisión divina, que no es solamente dinero, sino “todo lo que os falta”, incluyen también la paz, el entendimiento, la sabiduría, el amor, espíritu de Gracia y comunión con Él, están disponibles para todos nosotros. ¿Pero qué debemos hacer para recibirlo? Santiago dice “si alguno tiene necesidad, pida a Dios…”
Debemos recordar siempre que es Dios quien bendice y hace prosperar nuestras vidas porque “toda buena dadiva viene de lo alto, del Padre de las luces…” (Santiago 1:17), por eso debemos poner a Dios primero. Nuestra meta debe ser la prosperidad y crecimiento espiritual no material. Debemos buscar ser “RICOS EN FE” no ricos en oro y plata, nuestra confianza debe estar puesta en Dios.
Mateo 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (El ejemplo de Salomón que pidió sabiduría de Dios y fue bendecido con abundancia)
Colosenses 3:1 SI habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado á la diestra de Dios. 2 Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. 3 Porque muertos sois, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.
Alguien compuso los diez mandamientos del vago:
Se nace cansado y se vive para descansar.
2. Ama a tu cama, como a ti mismo.3. Si ves a alguien descansando, ayúdalo.4. Descansa de día para que puedas dormir de noche.5. El trabajo es sagrado, no lo toques.6. Aquello que puedas hacer mañana, no lo hagas hoy.7. Trabaja lo menos que puedas, lo que tengas que hacer que lo haga otro.8. Calma, nunca nadie murió por descansar.9. Cuando sientas el deseo de trabajar, siéntate y espera que se te pase.10. Si el trabajo es salud, que trabajen los enfermos.
Trabajar no es “falta de fe”, sino obediencia a la Palabra. Algunas personas ven el trabajo como algo que vino como castigo de Dios sobre la raza humana. No es así, aunque el trabajo se hizo más difícil para el hombre después de la caída, desde la creación el trabajo siempre ha sido parte del plan divino para el hombre.
Génesis 2:15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.
Muchos piensan que vivir por fe es “no trabajar”, sin embargo la Biblia es clara, y condena la vagancia. Tanto los que dedican sus vidas al evangelio como los que no lo hacen pero trabajan con sus manos en alguna tarea “viven por fe”. Vivir por fe es creer lo que Dios dice y el ha dicho en su palabra que hemos de comer del fruto de nuestro trabajo: Proverbios 28:19
Trabajemos aprovechando el tiempo
Hemos de trabajar cuando hay salud y juventud y oportunidades. Una persona hace bien en invertir su tiempo trabajando.
Eclesiastés 11:4 El que observa el viento no siembra, y el que mira las nubes no siega.
Proverbios 14:23 En todo trabajo hay ganancia, pero el vano hablar conduce sólo a la pobreza.
Proverbios 6:6 Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio; 7 La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8 Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento. 9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? 10 Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo: 11 Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre de escudo.
Eclesiastés 2:24 No hay cosa mejor para el hombre sino que coma y beba, y que su alma vea el bien de su trabajo. También tengo yo visto que esto es de la mano de Dios.
Eclesiastés 9:10 Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol adonde vas.
Eclesiastés 11:6 De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas.
Trabajemos Responsablemente
Proverbios 10:4 Pobre es el que trabaja con mano negligente, mas la mano de los diligentes enriquece.
Trabaje Inteligentemente, tendrá más rendimiento.
Proverbios 14:4 Donde no hay bueyes, el pesebre está limpio, pero mucho rendimiento se obtiene por la fuerza del buey.
No procrastine, le puede costar dinero
“Se dice que los morosos decidieron formar un club, pero nunca pudieron tener su primera reunión porque la seguían posponiendo.”
Aunque algunas personas a menudo confunden ‘morosidad’ con ‘vagancia’, en realidad no lo es. Es cierto que un vago, pueda ser moroso, pero algunos morosos, no son necesariamente vagos. En algunos casos el ‘posponer’ la responsabilidad como ‘pagar deudas a tiempo’, ‘balancear la chequera’, ‘llenar la formula anual de impuestos’, les puede llegar a costar dinero.
Priorice las cosas
Controle sus impulsos
No espere cambios de la noche a la mañana
a. Ahorrar
Proverbios 6:6 Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio; 7 La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, 8 Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento
“el que todo se lo come, todo lo evacua” y también “uno no se hace rico con lo que gana sino con lo que guarda”.
b. No malgaste el dinero
Mi madre siempre nos decía que “uno estira el pie hasta donde llega la sabana, porque sino pasa frío”. Son palabras sabías que nos ayudan a medir nuestros gastos de manera sabia.
Proverbios 21:17 El que ama el placer será pobre; el que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.
c. Invertir para el futuro
Proverbios 13:22 El hombre bueno deja herencia a los hijos de sus hijos
Proverbios 19:14 Casa y riqueza son herencia de los padres,
Muy a menudo escuchamos los predicadores de la prosperidad decir "siembre en este ministerio... envíenos su siembra (ofrenda monetaria) que esta es tierra fértil", pero cuando búscamos en contexto en la Biblia donde se encuentran tales palabras como 'sembrar y cosechar' en contexto monetario, tiene que ver con compartir con los necesitados.
El que no sabe dar, no sabe tener.
Dar sin dolor.
Proverbios 19:17 El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, y El lo recompensará por su buena obra.
Proverbios 22:9 El generoso será bendito, porque da de su pan al pobre.
Proverbios 22:16 El que oprime al pobre para engrandecerse, o da al rico, sólollegará a la pobreza.
Proverbios 28:27 El que da al pobre no pasará necesidad, pero el que cierra sus ojos tendrá muchas maldiciones.
No afanarse por las riquezas
Salmo 39:6 Sí, como una sombra anda el hombre; ciertamente en vano se afana; acumula riquezas, y no sabe quién las recogerá.
Salmo 127:2 Es en vano que os levantéis de madrugada, que os acostéis tarde, que comáis el pan de afanosa labor, pues El da a su amado aun mientras duerme.
Filipenses 4:6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
No quejarse, ser Agradecido a Dios dándole gloria
Colosenses 3:15 Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
Efesios 5:20 dando siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre
Confíe en Dios
Salmo 37:25 Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.
A diferencia de las falsas doctrinas propagadas en el mundo moderno con respecto a la prosperidad material, la Biblia nos ofrece un cuadro aceptable y mesurado. Dios no ha prometido a los cristianos que vamos a ser ricos ni millonarios aunque algunos llegaran a serlo, pero el sí ha prometido proveernos lo que nos falta.
La provisión divina no ocurre por acto de magia, no es oro que cae del cielo literalmente sino provisión que viene de cielo por medios comunes al hombre y sin dejar fuera la fe, la dedicación, la ayuda al prójimo, la responsabilidad y el trabajo arduo.
Quiera Dios que sepamos entender esta verdad para vivir vidas que den gloria a Dios poniendo cada cosa en su lugar siendo hombres y mujeres llenos de contentamiento tengamos mucho o tengamos poco.