Alec ayuda a un grupo de lobos y cazadores de sombras a salir de una batalla en la que estaban rodeados por un gran número de demonios. Luego, discute con un hada furioso sobre la guerra y enfatiza que la sangre derramada es la misma tanto para subterráneos como para cazadores. Más tarde, Alec persigue a Magnus para hablar con él intensamente, revelando a Micah que Alec y Magnus habían terminado su relación recientemente.
Magnus le pide a Isabelle un objeto personal de Alec para poder realizar un hechizo de rastreo y encontrarlo. Isabelle no puede encontrar nada significativo en la habitación de Alec hasta que se da cuenta de que un mechón de su cabello serviría. Ella corta un mechón del cabello de Alec sin que él se de, con la esperanza de que esto ayude a Magnus a localizarlo.
El resumen describe el ataque a la casa de los Blackthorn y la audiencia en el Gard para discutirlo. Jace, Clary, Alec, Isabelle y Simon debaten cómo encontrar al responsable ya que creen que la Clave no es suficientemente efectiva. Más tarde, Alec entrena con Oscar y Micah y comparten detalles personales sobre sus familias y orientaciones sexuales.
Alec intenta convencer a Jace de que no debe ir solo tras Sebastian, sino que debe esperarlo. Jace insiste en irse solo para distraer a los demás mientras Alec se reúne con él. Alec acepta a regañadientes el plan de Jace. Más tarde, se revela que Isabelle, Clary y Simón ya encontraron a Sebastian y entablan una pelea con él, pero Sebastian resulta ser mucho más poderoso de lo esperado.
El resumen describe una batalla entre cazadores de sombras y demonios donde Alec y Micah se separan del resto de su grupo al cruzar el portal. Aline, Helen y Oscar son heridos en la batalla y deben retirarse. Al no ver regresar a Alec ni Micah, Jace insiste en que Alec aún vive a pesar de que el general dice que no hay más sobrevivientes. Magnus usará un mechón de cabello de Alec para rastrearlo con magia.
El documento narra una discusión entre Alec y su padre Robert sobre la relación de Alec con Magnus. Robert se opone firmemente a la relación. Isabelle revela que Robert engañó a su madre en el pasado. Alec, Jace e Isabelle se van juntos, acompañados por Magnus. Más tarde, Isabelle les cuenta la verdad a sus hermanos sobre su padre, y ellos deciden no ocultarse más secretos entre sí.
El resumen es el siguiente:
1. Magnus y los cazadores de sombras se enfrentan a un poderoso demonio llamado Belcebú en el departamento de Alec y Magnus.
2. Belcebú afirma ser leal a Asmodeus y desea ganar su favor atacando a Magnus, que es hijo de Asmodeus.
3. Sin embargo, la magia de Magnus logra proteger a los cazadores del ataque de Belcebú. Magnus y Belcebú intercambian amenazas mientras los demás observan con precaución.
Magnus tiene una pesadilla sobre una batalla perdida en Alicante y la muerte de Alec. Al despertar, encuentra a Alec entrenando afuera, aliviado de que esté bien. Luego, Sebastian y sus secuaces atacan la casa de Magnus para obligarlo a acompañarlos e invocar a su padre. A pesar de luchar valientemente, Magnus se ve superado en número. Para salvar a Alec, que fue capturado, accede a ir con Sebastian.
El resumen describe las tensiones entre Alec y su equipo mientras se preparan para una reunión en Idris sobre los recientes ataques. Alec está herido pero ansioso por unirse a la lucha. Sus hermanos Isabelle y Jace, así como su equipo, están preocupados por su seguridad. Magnus tiene un sueño perturbador sobre Alec que lo lleva a ofrecerse para abrir un portal a Idris para verificar que está a salvo.
Magnus le pide a Isabelle un objeto personal de Alec para poder realizar un hechizo de rastreo y encontrarlo. Isabelle no puede encontrar nada significativo en la habitación de Alec hasta que se da cuenta de que un mechón de su cabello serviría. Ella corta un mechón del cabello de Alec sin que él se de, con la esperanza de que esto ayude a Magnus a localizarlo.
El resumen describe el ataque a la casa de los Blackthorn y la audiencia en el Gard para discutirlo. Jace, Clary, Alec, Isabelle y Simon debaten cómo encontrar al responsable ya que creen que la Clave no es suficientemente efectiva. Más tarde, Alec entrena con Oscar y Micah y comparten detalles personales sobre sus familias y orientaciones sexuales.
Alec intenta convencer a Jace de que no debe ir solo tras Sebastian, sino que debe esperarlo. Jace insiste en irse solo para distraer a los demás mientras Alec se reúne con él. Alec acepta a regañadientes el plan de Jace. Más tarde, se revela que Isabelle, Clary y Simón ya encontraron a Sebastian y entablan una pelea con él, pero Sebastian resulta ser mucho más poderoso de lo esperado.
El resumen describe una batalla entre cazadores de sombras y demonios donde Alec y Micah se separan del resto de su grupo al cruzar el portal. Aline, Helen y Oscar son heridos en la batalla y deben retirarse. Al no ver regresar a Alec ni Micah, Jace insiste en que Alec aún vive a pesar de que el general dice que no hay más sobrevivientes. Magnus usará un mechón de cabello de Alec para rastrearlo con magia.
El documento narra una discusión entre Alec y su padre Robert sobre la relación de Alec con Magnus. Robert se opone firmemente a la relación. Isabelle revela que Robert engañó a su madre en el pasado. Alec, Jace e Isabelle se van juntos, acompañados por Magnus. Más tarde, Isabelle les cuenta la verdad a sus hermanos sobre su padre, y ellos deciden no ocultarse más secretos entre sí.
El resumen es el siguiente:
1. Magnus y los cazadores de sombras se enfrentan a un poderoso demonio llamado Belcebú en el departamento de Alec y Magnus.
2. Belcebú afirma ser leal a Asmodeus y desea ganar su favor atacando a Magnus, que es hijo de Asmodeus.
3. Sin embargo, la magia de Magnus logra proteger a los cazadores del ataque de Belcebú. Magnus y Belcebú intercambian amenazas mientras los demás observan con precaución.
Magnus tiene una pesadilla sobre una batalla perdida en Alicante y la muerte de Alec. Al despertar, encuentra a Alec entrenando afuera, aliviado de que esté bien. Luego, Sebastian y sus secuaces atacan la casa de Magnus para obligarlo a acompañarlos e invocar a su padre. A pesar de luchar valientemente, Magnus se ve superado en número. Para salvar a Alec, que fue capturado, accede a ir con Sebastian.
El resumen describe las tensiones entre Alec y su equipo mientras se preparan para una reunión en Idris sobre los recientes ataques. Alec está herido pero ansioso por unirse a la lucha. Sus hermanos Isabelle y Jace, así como su equipo, están preocupados por su seguridad. Magnus tiene un sueño perturbador sobre Alec que lo lleva a ofrecerse para abrir un portal a Idris para verificar que está a salvo.
Magnus se encuentra explorando un castillo en otra dimensión, debilitado por su estancia allí. Escucha a su padre, un demonio, hablar con Sebastian, quien busca su ayuda para abrir un portal entre dimensiones y enviar demonios a su mundo. El demonio se niega a ayudar más a Sebastian. Magnus y sus amigos llegan a la nueva dimensión después de usar un hechizo para rastrear a Magnus. Son atacados por demonios pero logran derrotarlos. Continúan su camino pero ven una gran horda de demonios bloque
Alec se sacrifica para salvar a sus amigos de Sebastian atravesando al villano con la espada del Ángel Raziel e hiriéndose gravemente en el proceso. A pesar de los desesperados esfuerzos de Magnus, Isabelle, Jace y los demás por sanarlo, la herida de Alec parece mortal. Clary entonces crea una nueva runa inspirada por el deseo de sanación que cierra milagrosamente la herida de Alec, salvándole la vida.
El documento narra la situación previa a una fiesta donde Alec intenta convencer a Jace de que lo acompañe. Posteriormente, en la fiesta, Magnus se encuentra ebrio y tiene un altercado con un lobo joven. Alec interviene para evitar una pelea y lleva a Magnus a su casa en un taxi, donde el brujo se encuentra en estado de ebriedad.
Robert Lightwood ha sido nombrado nuevo Inquisidor. Durante la ceremonia, Magnus lleva puesto el anillo Lightwood, lo que causa confusión en Robert. Más tarde, Isabelle, Alec y Jace escuchan a escondidas a Robert y Maryse hablar positivamente sobre Magnus y la relación de Alec con él, así como sobre darle más libertad a sus hijos para tomar sus propias decisiones.
1) Alec y sus amigos se enfrentan al demonio Asmodeus en una batalla, en la que Clary crea runas para mejorar las flechas de Alec y dañar al demonio.
2) La batalla se torna a favor de Alec y los cazadores de sombras, pero Asmodeus logra encerrar solo a Alec dentro de un domo de energía.
3) Dentro del domo, Asmodeus comienza a estrangular a Alec mientras sus amigos intentan en vano romper la barrera mágica.
Alec despierta en el Instituto de Nueva York sin recordar su vida como Cazador de Sombras. Jace lo ayuda a recuperarse físicamente con runas curativas mientras que Isabelle y los demás intentan ayudarlo a recordar. Magnus llega para ver a Alec.
Jace y Clary intentan animar a un deprimido Alec entrenando en la sala de armas, pero Alec sigue preocupado por no poder recuperar sus recuerdos. Magnus lo tranquiliza diciéndole que pueden crear nuevos recuerdos juntos. Más tarde, Alec le pide a Magnus ver a Gwen, aunque en realidad está ocultando su temor de que el demonio aún lo controle. Jace dibuja una runa de serenidad en Alec para calmarlo.
Magnus se entera por Camille que Alec accedió a liberarla a cambio de que ella le enseñara un hechizo para hacer a Magnus mortal, y además accedió a asesinar a Raphael Santiago. Magnus enfrenta a Camille con furia y la amenaza con entregarla a la Clave si se acerca nuevamente a Alec.
Este fanfic se sitúa en Ciudad de Cristal después del funeral del hermano menor de Alec, Max. Alec se siente culpable por la muerte de Max. Magnus aparece y consuela a Alec, besándolo. Pasan la noche juntos en los jardines, hablando y besándose. Magnus acompaña a Alec a su habitación y usa magia para ayudarlo a dormir sin pesadillas sobre la muerte de Max.
Alec está evitando a su novio Magnus y se siente culpable por ello. Su madre Maryse nota su malestar y lo invita a hablar, dándole una caja que contiene el anillo de matrimonio Lightwood para que se lo dé a Magnus, dando a entender que aprueba su relación. Alec se da cuenta de que quiere pasar el resto de su vida con Magnus.
Alec se despierta tarde en la casa de sus tíos y encuentra a Gwen y Nico besándose. Más tarde, Gwen le presenta a Johanna, de quien Alec parece desconfiar. Johanna le dice a Alec que ya habló con Gwen y Nico sobre un tema del que Alec no puede hablar frente a ella. Alec se siente incómodo con la presencia de Johanna.
Gwen estaba estudiando en la universidad cuando fue rodeada por Jace, Isabelle, Clary, Simon y Magnus, quienes buscaban a Alec. Alec llegó acompañado de su novia Johanna. Magnus se sintió devastado al ver a Alec besar a Johanna. Más tarde, los cazadores de sombras intentaron convencer a Alec de que los acompañara a la Ciudad de Hueso, pero él se negó a ir sin su prima Gwen o su amigo Nico.
Alec y Gwen visitan al brujo Magnus Bane en busca de ayuda, pues han olvidado parte de su pasado. Magnus y la hermana de Alec, Isabelle, se comportan de forma extraña como si conocieran a Alec. Magnus deduce que Belcebú le dio a Alec la vida de otra persona, borrando su memoria. Alec no entiende nada y decide irse con Gwen, prometiendo volver al día siguiente.
Los chicos regresaron a la habitación donde se encontraba Raphael. Luke decidió emprender una búsqueda prioritaria para encontrar a Magnus Bane antes de que Sebastian logre una invocación. Catarina propuso realizar un contra hechizo usando un mechón de cabello de Alec que Magnus tenía consigo para poder localizarlo. Alec inicialmente se negó a realizar el hechizo por ser un Nephilim, pero luego accedió con la ayuda de Catarina.
Alec recuerda un sueño en el que Magnus le muestra dónde guarda el Libro de Blanco y cómo acceder a él usando la sangre de Alec. Alec les dice a los demás que sabe dónde está el libro y los lleva al departamento de Magnus. Usando su sangre, Alec revela la ubicación oculta del libro en la pared y lo recupera para que pueda ayudarlos a encontrar a Magnus.
Magnus visita a Alec en su habitación para intentar hacerlo recordar su verdadera vida juntos en Brooklyn. Casi se besan, pero son interrumpidos por la llegada de Johanna. Alec niega que estuvieran a punto de besarse, hiriendo los sentimientos de Magnus, quien se va enfadado. Johanna se da cuenta de que Alec mantiene una farsa negando su verdadera identidad.
Alec tiene una pesadilla en la que Max lo acusa de no ser su verdadero hermano. Al despertar, Magnus lo consuela. Más tarde, Alec recuerda que su madre sabía sobre el demonio que lo poseía y se siente angustiado. La Señora Carter, quien también estaba poseída, se niega a hablar. Alec evita verla. Magnus ofrece usar magia para hacerla hablar si es necesario.
Magnus tiene un asunto pendiente con Raphael en el Hotel Dumort, pero recibe una llamada de Alec para ver una película que lo hace olvidar su compromiso. Más tarde, Magnus le explica a Alec sobre su olvido y tarea pendiente. A pesar de esto, Alec comprende que Magnus es una persona ocupada. Antes de irse, Alec y Magnus comparten un beso.
Alec, Nico y Gwen salieron del departamento de Magnus después de que un intento de desbloquear los recuerdos de Alec resultara doloroso. En el restaurante Takis, Alec tiene una visión de él besándose con Magnus afuera del restaurante, lo que sugiere que sus recuerdos están comenzando a regresar. Magnus confirma que esto ocurrió y que los recuerdos memorables pueden desbloquearse espontáneamente, dejando a Alec avergonzado.
Alec acepta ir al departamento de Magnus a petición de su hermana Isabelle. Al llegar, se encuentra con más personas de las esperadas, incluyendo a Magnus, Jace, Clary, Simon y dos nuevos conocidos, James y Theresa. Alec actúa como si nunca hubiera conocido antes a los últimos dos, lo cual resulta extraño para ellos. Isabelle se alegra de que Alec haya asistido, aunque él parece sentirse abrumado por la situación.
Este documento presenta una sinopsis de la primera cita entre Magnus Bane, un brujo, y Alec Lightwood, un cazador de sombras. Magnus tenía dudas sobre la cita ya que Alec es un Lightwood y le gustan los rubios, pero decidió darle una oportunidad. Alec llegó tarde a la cita debido a que estaba entrenando con Jace. A pesar del nerviosismo inicial, la cita comenzó bien cuando Magnus limpió un derrame que hizo Alec, haciéndolo reír y rompiendo la tensión.
Magnus se encuentra explorando un castillo en otra dimensión, debilitado por su estancia allí. Escucha a su padre, un demonio, hablar con Sebastian, quien busca su ayuda para abrir un portal entre dimensiones y enviar demonios a su mundo. El demonio se niega a ayudar más a Sebastian. Magnus y sus amigos llegan a la nueva dimensión después de usar un hechizo para rastrear a Magnus. Son atacados por demonios pero logran derrotarlos. Continúan su camino pero ven una gran horda de demonios bloque
Alec se sacrifica para salvar a sus amigos de Sebastian atravesando al villano con la espada del Ángel Raziel e hiriéndose gravemente en el proceso. A pesar de los desesperados esfuerzos de Magnus, Isabelle, Jace y los demás por sanarlo, la herida de Alec parece mortal. Clary entonces crea una nueva runa inspirada por el deseo de sanación que cierra milagrosamente la herida de Alec, salvándole la vida.
El documento narra la situación previa a una fiesta donde Alec intenta convencer a Jace de que lo acompañe. Posteriormente, en la fiesta, Magnus se encuentra ebrio y tiene un altercado con un lobo joven. Alec interviene para evitar una pelea y lleva a Magnus a su casa en un taxi, donde el brujo se encuentra en estado de ebriedad.
Robert Lightwood ha sido nombrado nuevo Inquisidor. Durante la ceremonia, Magnus lleva puesto el anillo Lightwood, lo que causa confusión en Robert. Más tarde, Isabelle, Alec y Jace escuchan a escondidas a Robert y Maryse hablar positivamente sobre Magnus y la relación de Alec con él, así como sobre darle más libertad a sus hijos para tomar sus propias decisiones.
1) Alec y sus amigos se enfrentan al demonio Asmodeus en una batalla, en la que Clary crea runas para mejorar las flechas de Alec y dañar al demonio.
2) La batalla se torna a favor de Alec y los cazadores de sombras, pero Asmodeus logra encerrar solo a Alec dentro de un domo de energía.
3) Dentro del domo, Asmodeus comienza a estrangular a Alec mientras sus amigos intentan en vano romper la barrera mágica.
Alec despierta en el Instituto de Nueva York sin recordar su vida como Cazador de Sombras. Jace lo ayuda a recuperarse físicamente con runas curativas mientras que Isabelle y los demás intentan ayudarlo a recordar. Magnus llega para ver a Alec.
Jace y Clary intentan animar a un deprimido Alec entrenando en la sala de armas, pero Alec sigue preocupado por no poder recuperar sus recuerdos. Magnus lo tranquiliza diciéndole que pueden crear nuevos recuerdos juntos. Más tarde, Alec le pide a Magnus ver a Gwen, aunque en realidad está ocultando su temor de que el demonio aún lo controle. Jace dibuja una runa de serenidad en Alec para calmarlo.
Magnus se entera por Camille que Alec accedió a liberarla a cambio de que ella le enseñara un hechizo para hacer a Magnus mortal, y además accedió a asesinar a Raphael Santiago. Magnus enfrenta a Camille con furia y la amenaza con entregarla a la Clave si se acerca nuevamente a Alec.
Este fanfic se sitúa en Ciudad de Cristal después del funeral del hermano menor de Alec, Max. Alec se siente culpable por la muerte de Max. Magnus aparece y consuela a Alec, besándolo. Pasan la noche juntos en los jardines, hablando y besándose. Magnus acompaña a Alec a su habitación y usa magia para ayudarlo a dormir sin pesadillas sobre la muerte de Max.
Alec está evitando a su novio Magnus y se siente culpable por ello. Su madre Maryse nota su malestar y lo invita a hablar, dándole una caja que contiene el anillo de matrimonio Lightwood para que se lo dé a Magnus, dando a entender que aprueba su relación. Alec se da cuenta de que quiere pasar el resto de su vida con Magnus.
Alec se despierta tarde en la casa de sus tíos y encuentra a Gwen y Nico besándose. Más tarde, Gwen le presenta a Johanna, de quien Alec parece desconfiar. Johanna le dice a Alec que ya habló con Gwen y Nico sobre un tema del que Alec no puede hablar frente a ella. Alec se siente incómodo con la presencia de Johanna.
Gwen estaba estudiando en la universidad cuando fue rodeada por Jace, Isabelle, Clary, Simon y Magnus, quienes buscaban a Alec. Alec llegó acompañado de su novia Johanna. Magnus se sintió devastado al ver a Alec besar a Johanna. Más tarde, los cazadores de sombras intentaron convencer a Alec de que los acompañara a la Ciudad de Hueso, pero él se negó a ir sin su prima Gwen o su amigo Nico.
Alec y Gwen visitan al brujo Magnus Bane en busca de ayuda, pues han olvidado parte de su pasado. Magnus y la hermana de Alec, Isabelle, se comportan de forma extraña como si conocieran a Alec. Magnus deduce que Belcebú le dio a Alec la vida de otra persona, borrando su memoria. Alec no entiende nada y decide irse con Gwen, prometiendo volver al día siguiente.
Los chicos regresaron a la habitación donde se encontraba Raphael. Luke decidió emprender una búsqueda prioritaria para encontrar a Magnus Bane antes de que Sebastian logre una invocación. Catarina propuso realizar un contra hechizo usando un mechón de cabello de Alec que Magnus tenía consigo para poder localizarlo. Alec inicialmente se negó a realizar el hechizo por ser un Nephilim, pero luego accedió con la ayuda de Catarina.
Alec recuerda un sueño en el que Magnus le muestra dónde guarda el Libro de Blanco y cómo acceder a él usando la sangre de Alec. Alec les dice a los demás que sabe dónde está el libro y los lleva al departamento de Magnus. Usando su sangre, Alec revela la ubicación oculta del libro en la pared y lo recupera para que pueda ayudarlos a encontrar a Magnus.
Magnus visita a Alec en su habitación para intentar hacerlo recordar su verdadera vida juntos en Brooklyn. Casi se besan, pero son interrumpidos por la llegada de Johanna. Alec niega que estuvieran a punto de besarse, hiriendo los sentimientos de Magnus, quien se va enfadado. Johanna se da cuenta de que Alec mantiene una farsa negando su verdadera identidad.
Alec tiene una pesadilla en la que Max lo acusa de no ser su verdadero hermano. Al despertar, Magnus lo consuela. Más tarde, Alec recuerda que su madre sabía sobre el demonio que lo poseía y se siente angustiado. La Señora Carter, quien también estaba poseída, se niega a hablar. Alec evita verla. Magnus ofrece usar magia para hacerla hablar si es necesario.
Magnus tiene un asunto pendiente con Raphael en el Hotel Dumort, pero recibe una llamada de Alec para ver una película que lo hace olvidar su compromiso. Más tarde, Magnus le explica a Alec sobre su olvido y tarea pendiente. A pesar de esto, Alec comprende que Magnus es una persona ocupada. Antes de irse, Alec y Magnus comparten un beso.
Alec, Nico y Gwen salieron del departamento de Magnus después de que un intento de desbloquear los recuerdos de Alec resultara doloroso. En el restaurante Takis, Alec tiene una visión de él besándose con Magnus afuera del restaurante, lo que sugiere que sus recuerdos están comenzando a regresar. Magnus confirma que esto ocurrió y que los recuerdos memorables pueden desbloquearse espontáneamente, dejando a Alec avergonzado.
Alec acepta ir al departamento de Magnus a petición de su hermana Isabelle. Al llegar, se encuentra con más personas de las esperadas, incluyendo a Magnus, Jace, Clary, Simon y dos nuevos conocidos, James y Theresa. Alec actúa como si nunca hubiera conocido antes a los últimos dos, lo cual resulta extraño para ellos. Isabelle se alegra de que Alec haya asistido, aunque él parece sentirse abrumado por la situación.
Este documento presenta una sinopsis de la primera cita entre Magnus Bane, un brujo, y Alec Lightwood, un cazador de sombras. Magnus tenía dudas sobre la cita ya que Alec es un Lightwood y le gustan los rubios, pero decidió darle una oportunidad. Alec llegó tarde a la cita debido a que estaba entrenando con Jace. A pesar del nerviosismo inicial, la cita comenzó bien cuando Magnus limpió un derrame que hizo Alec, haciéndolo reír y rompiendo la tensión.
08 qué regalarle al cazador de sombras que lo tiene todoMayGraciel
Magnus Bane ha sido contratado para invocar un demonio Cecaelia para una cliente irritante llamada Caroline Connor. Magnus prepara el pentagrama y el círculo de invocación a pesar de la impaciencia de Connor. Cuando esté listo, Magnus invocará al demonio para que Connor pueda usarlo para un propósito misterioso a cambio de una gran cantidad de dinero.
Este resumen describe la visita de Alec a la casa de Magnus para agradecerle por haber salvado su vida. Alec se siente nervioso al principio, pero Magnus lo recibe amablemente y le ofrece té. Alec le confiesa que se siente atraído por él. Magnus admite que también siente atracción por Alec. Tras una conversación sincera, Magnus accede a salir en una cita con Alec el viernes. Antes de irse, Magnus le da a Alec su primer beso.
Magnus se reúne con hadas que planean armar un ejército para resistir a los cazadores de sombras, pero Magnus se niega a ayudarlos porque cree que eso solo empeoraría la situación. Aunque entiende la frustración de las hadas por el castigo, les aconseja ganarse la confianza de los demás mediante la reconciliación en lugar de la violencia.
Magnus lleva a Alec de regreso a su apartamento usando un portal. Al llegar, Alec comienza a recuperar recuerdos de su tiempo con Magnus a través de besos y caricias. A medida que más recuerdos regresan, Alec se da cuenta de que era un cazador de sombras y que tuvo que pasar por mucho dolor. Magnus le habla sobre la muerte de Max para ayudarlo a entender su pasado. Alec se siente aliviado de estar de nuevo con Magnus pero también confundido y asustado por lo que está recordando.
Alec y Gwen faltan a la universidad y van al cementerio donde están enterrados los padres de Gwen. Alec comienza a escuchar voces y ver a un chico rubio que Gwen no puede ver. El chico extraño dice que Alec puede verlo debido a que su mente pasó sobre un "Glamour", una barrera invisible.
El documento presenta tres extractos de una novela de fantasía que narran las aventuras del caballero Meliagunt. El primer extracto describe cómo Meliagunt cae en un foso inundado y es atacado por una criatura acuática. El segundo extracto presenta una escena de pasión entre los personajes Verónica y Kay. El tercer extracto describe cómo Meliagunt siente deseo al ver a la mujer de otro hombre desnuda, aunque intenta resistir la tentación.
El documento presenta un resumen del primer capítulo de la novela "Angel's Blood" de Nalini Singh. Narra cómo Elena Deveraux, una cazadora de vampiros, captura a un vampiro fugitivo en Nueva York usando un collar especial. Lo entrega a los guardias de seguridad de su amo, el Sr. Ebose, recibiendo un bono por su rápida captura sin heridas.
Este documento narra un resumen de 3 oraciones de un relato de ficción que cuenta la historia de Gabrielle y sus siete compañeros guerreros que luchan contra una horda de saqueadores. Mientras acampan son atacados por los últimos sobrevivientes de la horda, pero son salvados por la repentina aparición de Xena, a quien todos creían muerta, lo que deja sorprendidos a todos, especialmente a Gabrielle.
El documento narra la historia de Sereb, una maga de la tierra que fue entrenada para luchar contra los dragones. Han pasado dos años desde la última batalla y ahora la guerra ha comenzado de nuevo. Su maestra Altair le informa que debe continuar la búsqueda del legendario héroe Nix para derrotar al dragón principal. Nix había dejado un mapa que indica la ubicación de los Nueve Soles, dragones poderosos que gobiernan la tierra. Sereb decide ir al castillo de Vega, quien según
La guerrera Gabrielle lucha con gran habilidad y ferocidad, matando a varios oponentes en combate. Tras la batalla, se retira satisfecha a su tienda, donde cura las heridas de su lugarteniente Dosha con quien tiene una relación íntima. Mientras tanto, en otro lugar Corice cuida de la herida guerrera Xena, quien yace inconsciente tras una batalla, debatiéndose entre la vida y la muerte.
La chica ha sido mordida por vampiros y se está convirtiendo. Le pide a su mejor amigo Jack que la mate con una estaca antes de completar la transformación, pero él revela que él mismo es un vampiro y le propone que vivan juntos como vampiros. Aunque al principio se sorprende, ella acepta porque lo ama.
1) El primer texto cuenta la historia de un rey cuyo hijo murió después de enojarse con un dibujo de un león en su palacio y lastimarse con una espina tratando de golpearlo.
2) El segundo texto presenta la historia de un león y un delfín que hicieron un pacto de alianza, pero el delfín no pudo ayudar al león en la tierra como esperaba.
3) El tercer texto presenta la moraleja de que no sirve poseer algo si no se disfruta, contando la historia de un
Nautilus, un coloso en busca de venganza, ayuda a un niño a pescar. El niño lo invita a su casa para pasar la noche. Allí Nautilus se encuentra con un hombre que resulta ser un antiguo traidor que cortó la soga de Nautilus cuando era capitán, hundiendo su barco. Nautilus mata al niño accidentalmente durante un forcejeo y deja al hombre vivo pero mutilado, diciendo que ahora están en paz.
La leyenda cuenta que un antiguo pueblo dejó sus obras de arte y conocimientos en un santuario cuya ubicación está detallada en una saranga que fue robada por la bruja Nkanda. Dos jóvenes, Likonga y Yembela, investigan la muerte de un joven y se encuentran con Nkanda. Yembela es capturada para ser sacrificada, pero es rescatada por una flecha que mata a Nkanda, quien resulta ser en realidad Nsaya, la esposa del jefe, disfrazada
Este documento narra la historia de Drako Malfoy, un arquitecto y escultor que construyó gárgolas para una catedral. Después de suicidarse, su alma se alojó en una gárgola incompleta. Angus, el capellán, se da cuenta que la gárgola cobra vida. Más tarde, una joven llamada Deyna es enclaustrada en la catedral y se hace amiga de Malfoy, ahora atrapado en la gárgola.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
El documento narra la historia de Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó después de la muerte de su hijo por la peste. Su alma es atrapada en la gárgola que él mismo estaba esculpiendo. Ahora está condenado a vivir como una gárgola de piedra. Conoce a Angus, un capellán, y a Deyna, una doncella enclaustrada en la catedral.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
Este documento narra la historia de Drako Malfoy, un arquitecto y escultor que construyó gárgolas para una catedral. Después de suicidarse, su alma se alojó en una gárgola inacabada. Angus, el capellán, se da cuenta que la gárgola cobra vida. Más tarde, una joven llamada Deyna es enclaustrada en la catedral y se hace amiga de Malfoy, quien se encuentra atrapado en la gárgola.
Este documento narra la historia de Drako Malfoy, un arquitecto y escultor que construyó gárgolas para una catedral. Después de suicidarse, su alma se alojó en una gárgola incompleta. Angus, el capellán, se da cuenta que la gárgola cobra vida. Más tarde, una joven llamada Deyna es enclaustrada en la catedral y se hace amiga de Malfoy, ahora atrapado en la gárgola.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive como una gárgola animada, Angus el capellán, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Malfoy y Deyna comparten sus tristes historias personales mientras Angus los ayuda a adaptarse a sus nuevas circunstancias.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
La historia cuenta el encuentro entre Malfoy, un arquitecto y escultor que se suicidó y ahora vive atrapado en la gárgola que él mismo esculpió, Angus el capellán que lo descubre, y Deyna una doncella enclaustrada en la catedral. Angus les presenta a Malfoy y Deyna, quienes comienzan una amistad a pesar de la situación de Malfoy.
1. El otro lado del portal era como un remolino sin cuerpo o forma,
Cazadores y Submundos luchaban contra un sin número de criaturas,
cada una con características propias y formas exclusivas de dañar o
asesinar. Alec detecto de inmediato la localización de su equipo, corrió
hacia ellos con arco y flecha listos para atacar, su primera flecha se
incrusto en el cuello de un demonio de tentáculos largos y viscosos
que tenia la intensión de herir a Aline. La siguiente destruyo al
demonio que se aproximaba a Micah, Alec estaba en el suelo, sobre
una de sus rodillas lanzando flechas con maquinada destreza a cada
demonio que se acercaba al perímetro de ataque de sus amigos,
escucho algo rectar cerca de él, sin pensarlo dirigió la flecha que se
encontraba en su mano y perforo el ojo de lo que parecía ser un
demonio rapiñador, este chillo y se convirtió en cenizas, solo perdió de
vista a sus amigos por unos segundos, pero fue suficiente para que un
considerable número de criaturas los tuvieran rodeados, esto no
estaba bien, nada bien, el numero de demonios era tal vez el doble de
Cazadores y submundos. ¿Cómo era posible que no hayan enviado ya
refuerzos?
Alec no dudo y con un salto sobre un demonio Shax se unió a sus
amigos, se desprendió de su arco y tomo una espada seráfica que se
llevo a los labios y brillo iluminando aun más la oscuridad de la noche.
-Bienvenido a la fiesta –Dijo Micah. Claramente angustiado por lo
complicado de la situación.
Alec no respondió, tenía que encontrar la manera de salir del problema
y no perder a nadie en el intento, miro a otro pequeño grupo formado
por lobos a pocos metros con prácticamente el mismo problema, se
encontraban rodeados y precariamente resistiendo a sus agresores,
Alec había pasado bastante tiempo con lobos como para saber que
eran resistentes, poderosos, temerarios y que en este preciso momento
necesitaban ayuda, sin detenerse a considerarlo se hizo paso a través
de uno de los demonios partiéndolo en dos con su espada, tenía la
atención de su grupo así que no le fue difícil, dar instrucciones.
-¡Por aquí! -Fue suficiente para que sus amigos lo siguieran.
2. Corrieron tras Alec, el cual nuevamente se hizo paso destruyendo un
demonio de enormes tenazas y piel roja como la misma sangre, se unió
a los lobos ahora siendo parte de su formación, busco la mirada del
que parecía estar a la cabeza, asintió hacia él, luego miro al demonio
que se encontraba acercándose tentativamente, el lobo miro a Alec y
este se preparo.
-¡Ahora! –Grito el Nephilim y acto seguido el lobo se abalanzo sobre el
demonio derribándolo ferozmente, Alec ya estaba sobre él y con su
espada atravesó el pecho de la criatura, sacándola de esta dimensión.
El acto audaz no llevo más que unos cuantos segundos, los lobos
tenían mortales mandíbulas capaces de destrozar a un demonio pero
las espadas seráficas tenían la virtud de hacerlo en tan solo segundos.
Lobos y Cazadores del grupo observaron el acto y decidieron imitarlo
convirtiéndose de inmediato en una fórmula para el éxito. Uno a uno
los demonios iban desapareciendo: los lobos los derribaban y las
espadas seráficas en manos de los Cazadores se encargaban de
mandarlos al infierno donde pertenecían.
No paso mucho tiempo antes de que pudieran tomar un respiro, al
parecer la batalla había terminado y submundos y cazadores
comenzaron a cruzar el portal de regreso a Alicante.
-Lo que hiciste –Dijo Oscar mirando a Alec –fue muy impresionante.
¿Cómo supiste lo que el lobo planeaba hacer?
-Es su forma de atacar –Dijo Alec a sus amigos –Siempre es de la
misma manera.
-¿Acaso pasas mucho tiempo con submundos? –Dijo Oscar
levantando una ceja hacia Alec.
-Si Alec –Dijo Micah -¿Qué haces en tus ratos libres?
-Hum… Yo… ¿Qué?
3. -Basta chicos –Aline se compadeció de Alec –Como sea nos salvo el
trasero a todos.
-En eso estoy de acuerdo –El comentario era del chico lobo que había
luchado a lado de Alec, estaba rodeado de sus amigos todos muy
jóvenes y para sorpresa de los chicos, se acercaban a ellos –Lo que
hiciste Cazador de Sombras, fue muy acertado y nos salvaste. Gracias.
-Hum… No, es decir, por eso estamos aquí, ¿No? Luchamos la misma
guerra, tenemos que ayudarnos.
El lobo sabia que eso era cierto pero no significaba que se hiciera, o
por lo menos no de parte de los Cazadores de Sombras.
-Si –Dijo finalmente –Claro.
El lobo asintió hacia Alec y dio media vuelta hacia el portal, seguido de
sus lobos amigos. Hubo un silencio abrumador entre los cinco
Nephilim. Con lo que Alec acababa de decir se dieron cuenta de que lo
que había hecho no fue solo utilizar a los lobos como refuerzo, si no
que su intensión era salvarlos así como salvaría a cualquier Cazador
de Sombras. Micah se acerco a Alec y comenzó a sacudir
enérgicamente su cabello.
-Hay que volver –Dijo divertido –Isabelle debe estar preocupada.
-Huy, Micah nuestra parte favorita –Dijo Oscar a su amigo.
-¿Parte favorita? –Cuestiono Alec golpeando la mano de Micah para
que dejara tranquilo su cabello.
-¡Cruzar el portal! –Exclamaron a coro Oscar y Micah.
Alec frunció el ceño y nuevamente Aline se llevo una mano a su frente.
-Cinco años –Dijo dolorosamente.
4. * * * * *
Magnus se encontraba terminando de ayudar a montar el
campamento que serviría como refugio para Cazadores y Submundos,
miraba hacia el portal cada cinco segundos esperando ver a Alec
regresar, era una verdadera agonía cada instante transcurrido,
intentaba concentrarse en la tarea pero sin ningún éxito.
-¡MAGNUS! –Raphael llamo exasperado al brujo.
Magnus pudo haber saltado un poco en su sitio de la impresión.
-¡¿Por qué estas gritándome?! –Exigió el brujo.
-Necesitaba regresarte a la tierra, además…
-Además… ¿Querías provocarme un infarto?
-No. –Dijo el vampiro –Quiero evitar que sigas haciendo el desastre que
estás haciendo.
Raphael levanto su mano para señalar hacia la tienda que Magnus
intentaba armar con su magia, podrían ninguno de los dos ser
expertos en armar campamentos pero podrían estar seguros que para
nada la carpa debería estar tres metros por encima del suelo.
-¡Maldición! –Dijo Magnus al darse cuenta de su error y remediándolo
en tres segundos.
Raphael movió su cabeza en negativa lentamente. –Si tanto te
preocupa tu Cazador de Sombras, No entiendo porque no vas con él.
Magnus respiro profundamente, Raphael tenía una sobresaliente
habilidad para ponerlo de mal humor, y no tenía ninguna intensión de
iniciar una conversación sobre por qué no iba con él, Magnus tenía
sus razones y por el bien de Alec tenía que respetarlas.
5. -No sé a qué te refieres. –Dijo finalmente y dando estricto fin a la
conversación.
Raphael se encogió de hombros, su postura claramente decía: Como
quieras.
En ese momento los primeros Cazadores y Subterráneos comenzaron a
aparecer por el portal, a Magnus le hubiera gustado quedarse ahí
parado hasta mirar a Alec sano y salvo volviendo, pero entre más
personas cruzaban el portal, mas heridos había en el suelo, Magnus
sin parar a pensarlo corrió para comenzar a ayudar.
Magnus hizo lo que pudo con un hada que estaba demasiado
lastimado como para poder salvarlo, le dio la noticia a su amigo que lo
sostenía, El peri no pareció entristecerse más bien se miraba furioso.
Magnus decidió retirarse para dejarlo con el cuerpo de su amigo,
además había muchos más a quienes sanar.
En ese momento el portal brillo nuevamente dejando ver a mas
combatientes pasando a través de él, eran Alec y sus amigos, Magnus
respiro aliviado y siguió con su indiferencia sanando a un chico lobo.
-¿Lo ves? –Escucho al chico Micah hablar con cierto tono entretenido.
–Eso fue divertido.
El comentario no fue para nada bien tomado por el peri que aun
estaba arrodillado a lado de su amigo muerto, se levanto y confronto al
joven Cazador.
-¡¿Divertido?! –Exigió -¿Crees que lo que pasa aquí, es divertido? Los
Nephilim nunca cambiaran, ¿Cierto?
Micah no dudo y respondió a la agresión.
-¿Cambiar? –Dijo pretencioso -¿Por qué querríamos cambiar? Somos
perfectos como somos.
6. El peri se tenso mucho mas, Raphael se acerco, miro hacia Magnus el
cual ya estaba de pie, esto no pintaba nada bien y el Nephilim no lo
estaba mejorando. Alec intento aclarar el malentendido.
-Estas confundido –Dijo calmado pero firmemente –El no se refería…
-¡Alec! –Reprendió Micah a su amigo –No tienes que dar explicaciones
al subterráneo.
-No tengo –Dijo Alec sin quitar la vista de los ojos tornasol de el peri –
Pero quiero.
Aline se acerco a la discusión cuando miro que un grupo de
subterráneos del reino de las hadas se colocaba detrás del peri en
apoyo a lo que fuera que se avecinara, se miraban amenazadores.
-Nuestro amigo se refería estrictamente al portal –Dijo y se encogió de
hombros al darse cuenta de lo estúpido que sonaba la explicación, ya
encontraría la manera de hacerles pagar a Oscar y Micah por sus
juegos infantiles.
-¿Y me crees estúpido? –Dijo aun más furioso, Aline no los culpo. –
Nosotros caemos como moscas y los Nephilim solo se divierten, No
pueden ver la diferencia…
-Por qué no la hay –Dijo Alec su voz era firme y segura como pocas
veces –En el campo de batalla no hay mas diferencia entre un Cazador
de Sombras y un Subterráneo más que la que tú quieras darle, La
sangre derramada es la misma, por más que lo intentes en los
vestigios de una guerra no podrás ver quienes cayeron en mayor
numero. –Alec sonaba sinceramente frustrado –La sangre es del
mismo color en todos nosotros, y no importa de quien haya sido
derramada… Siempre será una pena.
Todos los presentes guardaron silencio ante las ciertas palabras del
joven Cazador de Sombras, Raphael se inclino hacia Magnus.
7. -¿Siempre es así? –Pregunto en voz muy baja.
-Sí –Dijo orgulloso Magnus sonriendo levemente, -Siempre.
Las palabras de Alec conmovieron a la mayoría de los presentes. No a
las hadas.
-No necesitamos palabras bonitas Cazador de Sombras, las palabras
pueden ser vacías, sobretodo viniendo de un Nephilim.
Magnus se tenso, le preocupaba la actitud de las hadas, la cual se
basaba en que ellos ya estaban recuperados, mientras que Alec y sus
compañeros no habían tenido el tiempo de trazar Iratzes en sus
cuerpos para empezar a sanarse. Las hadas siempre median la
situación antes de actuar y en esta ocasión tenían las de ganar.
Magnus dio un paso al frente de ninguna manera dejaría que
lastimaran a Alec. Para su sorpresa no fue el único que apoyo a los
Cazadores, un grupo de lobos jóvenes se acercaron hacia ellos
presumiblemente dejando muy en claro de lado de quien estaban. Las
hadas no cabían en su asombro.
-Al parecer los lobos son sentimentales –Dijo el peri –Los convencen
con lindas palabras.
-Las palabras pueden ser vacías –Dijo el chico lobo –Pero los hechos
no. No pretendo decirte lo que este grupo hizo hace apenas unos
minutos –Explicaba fuerte y claro –Solo tienes que saber que si los
atacas a ellos, nos atacas a nosotros.
De nuevo las hadas analizaron la situación, noto Magnus y decidieron
retirarse sin decir palabra, solo dieron media vuelta y comenzaron a
alejarse. El chico lobo miro hacia un muy asombrado Alec y asintió ha
manera de despedida, Alec hizo lo mismo, el grupo de lobos se
retiraron dejando a los cinco Nephilim algo desconcertados.
-Ho, eso fue… interesante –Dijo Helen mirando a su novia.
8. Magnus al fin se relajo y se dio cuenta de que en el campamento ya
había un considerable número de Hermanos Silenciosos y brujos
ayudando a los heridos, decidió que podía ser de más ayuda en otro
lugar, dio media vuelta y comenzó a caminar, Raphael hizo lo mismo
pero en diferente dirección. Las personas empezaron a esparcirse, el
espectáculo había terminado y no tenía mucho caso quedarse ahí.
Magnus distinguió a Isabelle, Jace, Clary y Simón corriendo hacia el
campamento para encontrarse con su hermano y amigo. No se detuvo,
solo siguió su camino sin siquiera voltear a mirarlos. Alec se percato
de Magnus como era siempre, como un imán que lo atraía por
naturaleza, noto como se alejaba.
-Disculpen –Dijo a sus compañeros de batalla y corrió hacia él.
-¡Alec! –Llamo Isabelle a su hermano mientras pasaba a su lado a toda
velocidad.
-Ahora vuelvo –Dijo Alec sin detenerse, mirando al brujo que se
alejaba.
Micah miro el comportamiento de Alec y le fue muy extraño, lo siguió
observando y pudo ver como Alec alcanzaba a Magnus, lo sujeto del
brazo para hacerlo girar quedando frente a frente, Micah pudo notar
que la conversación entre ellos era muy intensa Es amigo nuestro
había dicho Isabelle pero definitivamente la conducta entre ellos no
era de amigos, en absoluto.
Aline se percato de la mirada de Micah puesta sobre Alec y Magnus.
-Tal vez se reconcilien –Dijo casual.
-¿Reconcilien? –Pregunto Micah.
-Si –Explico Aline –Terminaron hace unas semanas.
Me enamore de un hombre y que además es un brujo. Recordó.
9. Para Micah muchas cosas empezaron a tomar sentido, la tristeza de
Alec, la manera en que miraba a Magnus e incluso la manera en que
Magnus miraba a Alec.
-De hecho –Continuo Aline –Todos saben del chico Cazador de
Sombras que se beso con otro chico subterráneo en el Salón de los
Acuerdos, antes de la batalla de Brocelind, ¿No?
Oscar se acerco a Aline con literalmente la boca abierta.
-No vas a decirnos que ese chico era Alec, ¿O sí?
Aline embozo una gran sonrisa. –Ese fue Alec besando a Magnus –Dijo
célebremente recordando el acto de valentía de su amigo.
-Alec y el magnífico Bane –Dijo Oscar divertido –Y pensé que Alec era
tímido, no se anda con medias tintas ¿he?
Micah miraba hacia Alec aun hablando con Magnus, se sentía
devastado, pero, ¿Por qué se sentía devastado? Aparto el pensamiento
deprisa, no le interesaba encontrar la respuesta. Tanto Oscar como las
chicas se percataron de su ánimo. Oscar intento ayudar.
-Aun así –Comenzó y palmeo la espalda de Micah –No es competencia
para ti amigo.
Micah fulmino a Oscar con la mirada. -¿Qué se supone que eso
significa? –Dijo y Oscar pensó que nunca había visto a su amigo tan
furioso.
-Bueno –Dijo el chico intentando remediar la situación –Yo pensé
que…
-¿Qué? –Exigió Micah.
-Que te gustaba Alec –Dijo convincentemente –Pero ahora veo que no.
10. -Claro que no –Dijo aun molesto –Alec es para mí lo mismo que es
para ustedes, y no quiero que andes por ahí diciendo tonterías.
-No hermano, Claro que no –Dijo Oscar alarmado –Oye de verdad
perdóname.
-Fue solo un mal entendido –Dijo Helen mirando a Micah.
Micah miro el sincero arrepentimiento de Oscar y decidió que con su
actitud en realidad podría decir lo contrario respecto a sus
sentimientos hacia Alec.
-No –Dijo mucho más tranquilo –Perdóname a mí, es solo que, es tan
absurdo… me tomo por sorpresa.
-Bien –Dijo Aline –Entonces ¿Qué les parece si hacemos como si nada
hubiera pasado?
-Está bien para mí –Dijo Oscar.
-Excelente –Confirmo Micah.
Después de eso le fue imposible no mirar hacia donde se encontraban
Alec y Magnus pero Magnus ya no estaba, Alec estaba teniendo una
conversación con sus hermanos y al parecer esta no le agradaba.
* * * * *
-Magnus espera –Dijo Alec apresurándose hacia el brujo y tomándolo
del brazo para hacerlo girar. Magnus miro los preocupados ojos azules
de Alec.
-¿Necesitas algo Alexander? –Dijo fríamente.
-Hum… No. Es decir, quiero hablar contigo.
11. -Tendrás que disculparme pero en este preciso momento me es
imposible. –Magnus se movió como intentando escapar, Alec volvió a
sujetarlo.
-¿Por qué haces esto? Dijiste que no estabas enojado conmigo pero ni
siquiera quieres hablarme.
Magnus respiro muy profundamente, al parecer había olvidado que
Alec tenía una extraña habilidad para pasar sobre sus palabras
incluido cualquier mal trato que pudiera tener.
-¿De qué quieres hablar? –Dijo resignado.
-De nosotros, de lo que paso con Camille, yo…
-Alexander, no me interesa saber lo que ocurrió con Camille, porque
simplemente nada de lo que digas cambiara algo entre nosotros –
Magnus intento sonar lo más razonable posible, esperaba que Alec
entendiera –Debes darte cuenta que mi inmortalidad siempre estará
entre nosotros –Y es así porque tú la pusiste ahí. Pensó –Y no es justo
para ti. Sé que encontraras a alguien más y…
-¿Alguien más?
Magnus lo miro con tristeza, le dolía decirle esto pero tenía que hacerle
saber que no importaba lo que hiciera, las cosas no podían ser
cambiadas.
-Si Alexander, encontraras a alguien más, estoy muy seguro de eso y
cuando pase te darás cuenta de…
-Pero… Tu… -Dijo Alec bajando la mirada, sintió como esa burbuja se
formaba en su pecho, la misma burbuja que se alzaba y detenía sus
palabras cuando intentaba ser verídico o incluso romántico con
Magnus, simplemente era algo que no podía hacer.
12. Pero en ese momento también se dio cuenta de que era una de las
tantas cosas que tenía que cambiar si realmente quería recuperar a
Magnus. Recuperar a Magnus era lo único que quería. Alec levanto la
mirada para fijarla a la del brujo.
-Pero… -su voz temblaba -Pero tú eres lo que más amo en este
mundo… y eres lo único que quiero.
Magnus maldijo internamente la manera en que Alec podía hacer que
su corazón se detuviera con palabras, comprendió y odio la forma en
que decidió acabar con el chico incapaz de decir este preciso tipo de
cosas y en el momento más desafortunado para Magnus, odio estar
tan terriblemente enamorado de Alexander Lightwood y por sobre todo
esto, se odiaba a sí mismo por no poder entregarse a su amor.
Alec miro una sombra de debilidad en la armadura que Magnus había
decidido poner ante él y dio un paso hacia el brujo con la esperanza de
haber conseguido un avance.
Magnus despertó de su aturdimiento con la terrible imagen del cuerpo
de Alec tendido junto al lago Lyn en sus sueños, y su autocontrol
regreso aun más fuerte.
-No digas algo así. –Dijo al asombrado Alec –Recuerda que tienes a tu
familia.
Con esto Magnus dio media vuelta y siguió su camino, Alec no pudo
siquiera intentar detenerlo, había hecho uno de sus mejores intentos,
había dicho lo que nunca se imagino que podría decirle a alguien, y a
Magnus no pareció importarle, a esto le podía agregar que su cuerpo
aun no recuperado le reclamaba atención, con su voluntad en el suelo
observo como Magnus una vez más se alejaba de él.
-¡Alec! –Isabelle y Jace se acercaban a su hermano.
-¿Estás bien? –Pregunto de inmediato Jace a su parabatai.
13. Alec miro instintivamente a sus brazos, había sangre y heridas
visibles.
-Si –Dijo –Planeaba sanarme de inmediato.
-No me refería a eso.
Alec miro a Jace y noto que miraba a Magnus alejándose. Alec bajo la
mirada.
-No exactamente –Confeso y Jace coloco su mano en el hombro de
Alec.
Jace sabía perfectamente lo que era estar enamorado y no poder estar
con esa persona, entendía por lo que su hermano estaba pasando y
estaba decidido a ayudarlo.
-Todo mejorara –Dijo a su mejor amigo y sonrió –No puede estar sin ti.
Alec lo dudo profundamente.
-Él puede. –Dijo con voz débil.
-Y hablando de eso –Isabelle jalo el brazo de su hermano para hacerlo
sentarse en el suelo, algo que no era muy buena idea para Jace y Alec
ya que había las señales de las primeras nevadas de Idris, pero
Isabelle ya estaba concentrada en trazar las primeras Iratzes a su
hermano. -¿Qué haces invitando a tu amigo Micah a Nueva York?
-Hum, no miro nada de malo en ello, en realidad. –Alec hablaba
sinceramente como era siempre.
Jace que ya estaba al lado de sus hermanos miro hacia Isabelle como
asentando una situación de la que Alec no era consciente, él lo noto.
-¿Qué? –Exigió.
14. Ambos lo siguieron dudando. Fue Jace quien decidió que tenían que
hablar aun a costa de la segura mala reacción de Alec.
-Por lo general no estaríamos interesados en meternos en tus asuntos
Alec, pero si quieres que las cosas no vallan de mal en peor con
Magnus deberías de saber algo de Micah.
-¿Algo como qué?
-Tal vez si no fueras tan denso con estos asuntos no tendríamos que
decirte este tipo de cosas. –Dijo Isabelle aun trazando runas sanadoras
en su hermano.
-Bueno, ya digan, ¿Qué pasa con Micah? –Alec se preocupo.
-Pasa que le gustas Alec –Jace soltó la noticia como sabía lo tomaría
su hermano, como un verdadero proyectil.
-¡¿Qué?! No… -Alec se altero –Micah es amable pero eso no significa…
-¡Por el Ángel! Alec, le gustas –Dijo Isabelle exasperada mirando a su
hermano –Se nota a la distancia.
Alec se puso de pie, claramente renuente a lo que estaba escuchando,
no quería creerlo, Micah se había convertido en un muy buen amigo.
-Aja, y Ahora todos los Cazadores de Sombras somos gay ¿no? –dijo en
replica aun que sabía que Micah precisamente hasta donde estaba
enterado, si lo era.
-Es bien sabido que a Micah le gustan las chicas y los chicos –Dijo
despreocupada Isabelle. Sus hermanos alzaron una ceja en su
dirección. -Aline me comento –Dijo encogiéndose de hombros.
En ese momento Aline y los demás se acercaron a ellos, sus heridas
parecían ya haber sido sanadas.
15. -¿Irán ya a casa chicos? –Pregunto Aline al trió Lightwood.
-Si –Dijo Isabelle –Nuestros padres quieren saber de nosotros.
Micah miro a Alec -¿Quieres quedarte en mi casa? Vamos a…
-No –Dijo Alec precipitadamente y sin mirar a Micah –Voy a ir con mis
hermanos.
-Ho que lastima –Dijo Oscar –Vamos a escoger armas del arsenal de la
casa de Micah, tendremos que hacerlo sin ti, tú te lo pierdes.
Alec se avergonzó un poco de su respuesta pero culpo a sus hermanos
por ello. Miro a Micah.
-En otra ocasión, ¿Te parece?
-Claro, pero dudo que te deje algo bueno –Micah señalo a Oscar que
tenía una enorme sonrisa traviesa.
-No mirara los arcos –Dijo Alec.
-Es verdad –Micah comenzó a sacudir el cabello de Alec –Te traeré uno
mañana.
Los chicos se despidieron y tomaron caminos separados.
* * * * *
Esa noche Alec difícilmente logro dormir, solo pensaba en Magnus y
en su comportamiento, el que le haya dicho que lo sucedido con
Camille no le importaba e incluso que lo había perdonado le daba
vueltas en la cabeza, era tan confuso, simplemente no sabía en qué
pensar y mucho menos en que debiera hacer para que Magnus
quisiera estar con él de nuevo. El agotamiento lo venció cerca de las
cuatro de la mañana. Al día siguiente los tres hermanos se levantaron
temprano como siempre, Alec se dirigió al comedor, había quedado con
16. sus hermanos la noche anterior en que desayunarían juntos, se había
preparado psicológicamente para unir fuerzas con Jace en la lucha de
convencer a Isabelle para que no se le ocurriera cocinar, al parecer
esto no iba a ser necesario ya que para su sorpresa el desayuno estaba
pulcramente preparado y servido, en el comedor se encontraban ya
sus hermanos, su madre y para su desafortunada suerte, su padre, al
verlo se helo un poco pero disimulo heroicamente, pensaron sus
hermanos, ya que la situación con su padre iba de mal en peor y
difícilmente podían estar en la misma habitación sin que Alec
resintiera la furia de su padre tras su reciente revelación.
Alec tomo asiento a lado de Jace y lo más retirado de su padre que
pudo, Isabelle estaba frente a ellos a dos asientos de su padre. Su
madre sentada en la cabecera de la mesa lo miro con preocupación.
-Me comentaron que la última batalla fue brutal para nuestras fuerzas
–Dijo Maryse dirigiéndose a su hijo mayor -¿Cómo están Aline y los
demás?
-Bien –Dijo Alec fijando la mirada en su plato, Isabelle le había servido
una generosa cantidad de huevo revuelto y tocino –Nos las estamos
arreglando bastante bien, pienso.
Robert Lightwood sentado a la izquierda de su esposa bajo lo que
seguramente era un informe de las recientes batallas y tomo un sorbo
de su café.
-Al parecer tú y tus amigos tuvieron un problema con integrantes del
reino de las hadas –Dijo sin mirar a su hijo.
-¿Problema? –Inquirió Isabelle.
-Fue solo un mal entendido – Se apresuro a decir Alec para calmar a
su hermana –Micah dijo algo que fue mal interpretado.
-Meliorn no piensa igual.
17. -Meliorn no estaba ahí –Dijo Alec para sorpresa de todos, a Jace le fue
imposible recordar alguna ocasión en la que Alec hubiera respondido
de esa forma a su padre.
-Te recuerdo Alexander que las hadas no pueden mentir.
-Eso no significa que no sepan cómo hacerlo –Isabelle intervino a favor
de su hermano, a nadie le extraño.
-Isabelle –Llamo Maryse a su hija para reprenderla.
-Yo no tendría porque mentirte padre, nunca lo he hecho –Dijo Alec
buscando la mirada de su padre -¿Por qué lo haría ahora?
Robert hizo un notable ruido de disgusto por detrás de su garganta, y
por primera vez giro para ver a su hijo, había furia en sus ojos.
-¿Qué nunca me has mentido dices?
Alec se tenso, sabía perfectamente hacia donde se dirigía esta
conversación.
-¿Qué me dices de tus… preferencias, no fue eso mentirme?
Jace se puso de pie y confronto a su padre adoptivo.
-¡No te mintió! –Dijo, no le gustaba para nada hacerle esto al único
padre que había conocido y que lo había amado sin condiciones, pero
Alec era su hermano, su mejor amigo, su parabatai. Siempre estaría
de lado de Alec. –No tuvo la confianza de contártelo, a ninguno de
nosotros por lo que pudieran pensar de él, y ahora mirando tu
reacción, ¿puedes culparlo?
Robert Lightwood se levanto de su silla, se miraba realmente molesto,
comenzó a hablar sin detenerse, caminando de un lugar a otro,
moviendo sus manos en desapruebo, pero no parecía que lo que Jace
acababa de decirle le hubiera molestado, al parecer lo había ignorado.
18. Y lo que le importaba era el hacer notar su descontento y ser
escuchado.
-Y para variar –Decía sin mirar a nadie en particular –Te enredas con
ese… Brujo.
-Magnus –Dijo Alec en voz baja para corregir a su padre pero sin
mirarlo, odiaba la forma en que las personas como su padre decían
brujo como si se tratara de un insulto.
-Como si eso te hiciera algún bien, como si no hubiera una infinidad
de personas en el mundo mejores que ese… Brujo.
-¡MAGNUS! –Grito Alec a su padre, levantándose violentamente de la
mesa, sus hermanos lo miraron con asombro pero no podían culparlo,
su madre al parecer tampoco lo hacía ya que no pareció extrañarse de
su reacción. -¡SU NOMBRE ES MAGNUS BANE! Y si, es un brujo y
hasta donde sé, ese brujo ha ayudado a más Cazadores de Sombras
que cualquier otro Cazador de Sombras que haya existido nunca. A
nosotros nos eligió un Ángel padre, a él nadie lo eligió, él ayuda porque
quiere hacerlo. ¿Y que bien podría hacerme? El me ha dado la única
felicidad que he conocido en toda mi vida.
Robert sonrió maliciosa y dolorosamente hacia su hijo.
-Sí. Tienes razón, Él es Magnus Bane, El Gran Brujo de Brooklyn –
Hablaba lentamente, Alec sabía que lo que fuera intentara decirle le
dolería hasta casi matarlo. –Y tú. Eres Alexander Gideon Lightwood
un…
-Una vergüenza para la familia –Alec decidió que dolería menos si lo
decía él mismo pero no se quedo para escuchar la confirmación de su
padre, salió del comedor directo a la puerta principal y fuera de la casa
que nunca más volvería a sentirse como su hogar.
Maryse observo a su hijo irse y miro como Jace e Isabelle se miraban,
esta última con la cara empapada en lágrimas, no tardaron más de
19. dos segundos para correr tras Alec, dejando a ella y su esposo con una
mesa de desayuno vacía de ocupantes. Robert miro una lagrima correr
por el rostro de su esposa.
-¿Cómo puedes conmoverte con esto? ¿Cómo puede esto gustarte?
-No tiene que gustarte –Dijo Maryse levantándose y caminando hacia
la salida solo volteo hacia su esposo para terminar de aclararle el
punto. –Solo tienes que aceptarlo.
Maryse dejo a Robert solo, este se desplomo en una de las sillas y
metió su cabeza entre sus manos.
-Pero es mi pequeño –Dijo a nadie.
* * * * *
Alec corrió a través de las calles de Alicante, esquivando ágilmente,
postes, letreros y personas, dio vuelta en una o dos calles y siguió
corriendo hasta llegar a la entrada de una casa cerca de la plaza del
Ángel, subió las escalinatas atravesando los jardines y abrió la puerta
sin siquiera anunciarse, la que por algún azar del destino estaba sin
asegurar, entro a la casa y la cerró detrás de él, como si la puerta
pudiera borrar lo que acababa de pasar con su padre, como si lo que
estuviera detrás de esa puerta enorme de madera no fuera capaz de
atravesarla y hacerle más daño. Alec se dejo caer al suelo deslizándose
lentamente con su espalda recargada en la puerta que por ahora
funcionaba como el más poderoso escudo.
Micah y Oscar que estaban sentados en una mesa a unos metros de la
entrada observaron atónitos como Alec entraba como si algo lo
estuviera persiguiendo y se dejaba caer al suelo. Micah fue el primero
en reaccionar, soltando el emparedado de su mano se precipito hacia
Alec quedando de frente a él, uso sus manos para levantarle el rostro,
estaba visiblemente preocupado.
-¡Alec!, ¡Alec! ¿Qué pasa?, ¿Estas herido?
20. -No, no Micah, no estoy herido. –Alec sintió sus cálidas manos en su
rostro y le fue imposible no pensar en que nunca nadie lo había tocado
de esta manera además de Magnus, pero las manos de Magnus eran
frescas, Alec tomo las muñecas de Micah y las aparto gentilmente, el
comparar las manos de uno con las del otro era probablemente la peor
idea que podría ocurrir en este momento. –Perdón por entrar así, es
solo que no tenía a donde ir.
Alec tallo su rostro, pareciera que hubiera regresado de la peor de las
batallas.
-Estas aquí –Dijo Micah sonriendo –Lo que significa que si tienes a
donde ir.
Alec aparto sus manos de su propio rostro y miro a Micah, debía
aceptar que tenía una sonrisa contagiosa.
-Si –Dijo –Eso es cierto.
* * * * *
Magnus se encontraba en el campamento revisando a los
convalecientes junto a su amiga Catarina Loss, en este caso era
Catarina la que tenía todo bajo control, Magnus se dedico a seguir
instrucciones de ella para agilizar cada proceso de sanación ya que su
mente no estaba precisamente enfocada en la tarea.
-¿Por qué me hiciste venir? –Dijo a Magnus mientras caminaban entre
las camillas.
El brujo despertó de un aturdimiento que no sabía que tenía.
-Creo que la respuesta la puedes ver tu misma. –Magnus miro hacia
su alrededor, a la decena de heridos.
21. -¿Los Cazadores necesitaban ayuda? Los Cazadores siempre han
necesitado ayuda, pero nunca me habías hecho venir a ayudarlos,
¿Por qué ahora es diferente?
Magnus pudo ver el alma sanadora de Catarina, noto que sabía la
respuesta y solo quería hacerle saber que lo sabía. Magnus sonrió.
Claramente quería oír decirlo.
-Así es mi muy apreciada Catarina, te hice venir porque te necesito no
solo como la más eficiente sanadora que haya conocido, si no como mi
más fiel amiga, sobretodo -Recalco -Como mi más fiel amiga.
-Magnus –Dijo la enfermera –A estas alturas creí que sabias que no
necesitabas excusas para hacerme venir y que puedas usar mi hombro
para llorar.
-Lo dices como metáfora, ¿cierto?
-Claro que si, en todo el tiempo que te conozco, jamás te he visto
llorar, -Catarina se acerco a Magnus, lo siguiente no podía ser
escuchado por nadie, así que susurro a su amigo. –Tengo una apuesta
con… Ya sabes quien por eso.
-¿Una apuesta?
-Sí. –Dijo divertida. –Yo le aposte que la primera vez que te miráramos
llorar seria de felicidad, y él piensa que será de tristeza. ¿No esperas
que yo gane?
Magnus levanto una ceja a su amiga.
-Espero que nunca cobren esa apuesta.
-Como sea, aquí no hay mucho que pueda hacer, los pacientes graves
los llevan al hospital, así que veré en que puedo ayudar allá.
-Claro, te veré ahí mas tarde.
22. Magnus sabía que tenía que dirigirse al Gard, habían convocado a una
reunión para hablar de las salvaguardas extras y quería estar
presente.
Estaba ya en la plaza del Ángel cuando vislumbro a Isabelle, Jace,
Clary y Simón, todos corriendo en su dirección.
-¡Magnus! –Llamo Jace al brujo, -Por fin te encontramos no…
-¿Dónde está Alec? –Pregunto Isabelle preocupada, Magnus noto que
había estado llorando.
-¿No deberían ustedes saber eso? –Magnus se obligo a mantener la
calma.
-No puede ser –Isabelle se miraba como si estuviera a punto de gritar
el nombre de su hermano en medio de la multitud.
-Cálmate –Dijo Jace. –Aun faltan lugares donde podemos ir a buscarlo.
-¡Pero si no está con Magnus! ¡¿Con quién demonios esta?!
-Con Micah –Dijo Oscar que se acercaba a ellos.
-¿Qué? –Fue Magnus quien pregunto.
Oscar señalo entre la multitud, se podía ver a Alec y Micah caminando
hacia ellos, Micah le hablaba a Alec mientras caminaban y este tenía
su brazo formando un gancho a través de su cuello, Alec se miraba
bastante incomodo mirando el suelo, aun así no lo apartaba, ¿Por qué
demonios no lo aparta? Pensó Magnus.
-Alec nos conto lo que paso con su padre –Comenzó Oscar –No se
preocupen Micah se la ha pasado hablando con él y logro calmarlo.
Todos miraban al par y como Micah, no dejaba de hablar.
-Pobre Alec –Continuo Oscar –Debe estar harto del bla, bla de Micah.
23. -Pero se ve mejor –Dijo Isabelle a nadie en particular.
-Lo está –Confirmo Oscar y sonrió –Micah tiene una extraña habilidad
para hacer que te concentres en todo, menos en tus problemas.
Jace se relajo mientras miraba a su hermano acercarse, después miro
a Clary que estaba con ojos muy abierto mirando a Magnus, Jace se
aventuro a echarle una mirada rápida, Magnus tenía sus manos
cerradas a sus costados, sus dedos dejaban ver que presionaba con
fuerza, Jace regreso su mirada a Clary, ella le regreso la mirada con
un toque de terror en sus ojos. ¿En que estará pensando? Se
preguntaban ambos.
Magnus estaba pensando en que tan malo sería hacer polvo a un
Cazador de Sombras en pleno centro de la Plaza del Ángel.
-Disculpen –Dijo finalmente el brujo y siguió su camino al Gard.
* * * * *
El Consejo hablo estrictamente de las protecciones extras que se
tomarían para mantener a raya a los demonios que estaban
constantemente intentando entrar a Idris, se harían guardias y vigilias
en diferentes puntos del país uno de ellos era el Lago Lyn, pidieron
voluntarios para hacer la primera guardia ahí, Alec y Micah se
levantaron simultáneamente, Alec se sorprendió y Micah se miro
divertido, tenían la atención de todos en la sala ya que fue inesperado
y algo extraño la manera tan sincronizada en la que se pusieron de
pie.
-Si nos hubieras puesto de acuerdo –Dijo Micah sonriendo, regresando
a sus asientos e inclinándose hacia Alec hablándole en voz baja. –No
nos hubiera salido tan preciso.
Magnus miro entre la multitud como Alec asentía hacia Micah y se
reía de lo que fuera le estuviera diciendo, todo el mundo estaba atento
a lo que la Cónsul decía, no Magnus, ya que no podía despegar la vista
24. del par de Nephilim que seguían conversando al otro lado de la sala,
era extraño verlo sonreír, por primera vez desde que lo conoció odio
que Alec se riera. Y se sintió terriblemente culpable por eso, la sonrisa
de Alec era extraña y tan valiosa como un oasis en el desierto.
Los chicos salieron para reunirse en las puertas de la Sala del
Consejo, estaban hasta cierto punto indignados por la falta de interés
de La Clave hacia las cosas importantes como Sebastian y la Copa
Oscura que tenía en sus manos. Alec estaba muy callado, tenía una
teoría respecto a las batallas pero no podía decirla con Aline ahí,
además de que no tenía pruebas, era solo una sombra de duda que
podría ser nada cierta.
-Bueno chicos –Dijo Aline para romper la tensión –Se celebrara una
boda esta noche y están todos invitados.
-¿Una boda? –Pregunto extrañada Isabelle -¿Quién pensaría en una
boda con todo lo que está pasando?
-Creo que todo lo que está pasando es el por qué de la boda. –Dijo
Jace.
Todos asintieron en acuerdo con él.
Magnus salió deprisa de la Sala del Consejo acompañado de Luke y un
brujo que Alec no conocía, con la esperanza de evitar al grupo Magnus
se despidió de sus acompañantes deprisa y se dirigió a la salida, no
conto con Alec siempre consciente de su presencia, el cual lo tomo de
la muñeca para detener su escape.
-Magnus –Dijo al brujo –Necesito decirte algo.
No podía pensar en alguien mejor que Magnus para contarle su temor,
y recibir su consejo, había sido así desde que lo conoció, su
experiencia siempre le había aclarado la mente y lo hacía hacer lo
correcto en todos los casos.
25. Magnus sintió la mano de Alec como fuego quemando su piel y algo
estallo dentro de él. Se soltó de su agarre sin amabilidad.
-No –Dijo secamente –Alexander no me interesa escucharte, lo siento
pero no.
-¿Qué te pasa? –Pregunto sincero.
-Nada. Solo… tú y yo no tenemos nada de qué hablar, ni hoy ni nunca.
–Lo dijo suficientemente alto para poder ser escuchado por el grupo.
Jace noto como Micah se tensaba, llego incluso a pensar si se
atrevería a golpear a Magnus; No era como si lo mereciera, pero estaba
muy enterado por lo que Magnus estaba pasando por culpa de Micah y
al parecer termino explotando con Alec, sin embargo era algo que
Micah nunca entendería, su lealtad era hacia su amigo.
Alec miraba fijamente a Magnus sin pronunciar palabra, sus ojos se
oscurecieron demostrando la desolación que estaba sintiendo, Micah
se acerco a Alec y lo sujeto de los hombros.
-Vamos –Dijo mirándolo a los ojos intentando calcular el daño –
Debemos ir al cuarto de armas.
Tenía el impulso y la necesidad de incluso abrasarlo pero se contuvo,
lo que menos necesitaba su amigo en estos momentos era ese tipo de
demostraciones de afecto. Sin embargo puso su mano sobre su
cabello, nadie sospecharía de algo que hacia siempre, se encaminaron
hacia el campamento para tomar armas y posteriormente dirigirse
hacia su primera guardia en el Lago Lyn, les siguieron en silencio
Aline, Helen y Oscar.
Jace miraba a Alec alejándose, sujeto la mano de Clary y la arrastro
con él hacia la dirección contraria de su parabatai, Clary apenas tuvo
tiempo de mirar hacia Simón el cual le asintió rápidamente en
comprensión hacia Jace queriendo alejarse lo antes posible de Magnus
Bane.
26. Magnus miro hacia Micah que se alejaba con sus dedos entre el
cabello de Alec, en ese momento sus sospechas fueron confirmadas,
fueron evidentes los sentimientos que Micah guardaba hacia Alec.
Siempre había sido un experto leyendo a las personas y no podía
equivocarse, había visto muchas veces esa mirada, probablemente su
propia mirada al ver cada vez a Alec.
-No necesita ese tipo de cosas –Dijo Isabelle a Magnus pero mirando
hacia su hermano que se alejaba –Se supone que debe tener la mente
clara.
Simón se miraba conmovido por la tristeza de Isabelle y entendió su
preocupación.
Magnus salió de su aturdimiento y miro hacia Isabelle. Se arrepintió
mil veces de lo que acababa de hacer, independientemente de lo que
pudiera pasar entre ellos, no había otra cosa más importante para
Magnus que la seguridad de Alec.
-No lo pensé –Lo dijo ya que era verdad, estar cerca de Alec nublaba su
buen juicio –Perdona Isabelle, tienes razón.
-Ya no importa, -Dijo con tristeza profundo, comenzó a caminar hacia
donde se había ido su hermano pero Magnus le sujeto el brazo.
-¿Qué quieres? –Pregunto fríamente soltándose del agarre del brujo,
Simón observaba extrañado.
-Isabelle –Dijo Magnus –Necesito pedirte algo.
* * * * *
Alec y Micah se encontraban ya en las orillas del Lago Lyn, ambos
portaban sus equipos de batalla y de sus espaldas colgaban arcos y
flechas, habían estado muy callados pero Micah decidió que era
suficiente de silencios.
27. -¿Qué hay entre tú y Magnus? –Pregunto sin rodeos.
-¿Por qué preguntas como si no lo supieras?
-¿Por qué piensas que lo sé?
-Aline lo sabe –Dijo Alec –Así que todos lo saben.
Micah rio, no había forma de escapar de eso.
-Supongo que solo quería escucharlo de ti.
-Bueno no hay mucho que decir, fuimos novios un tiempo, y… ahora
no.
-¿Por qué?
Alec lo miro extrañado, no entendía muy bien el interés de Micah pero
supuso que se preocupaba.
-Bueno, básicamente no pude con el tema mortal-inmortal y termine
haciendo algo muy estúpido.
Alec se encogió de hombros, realmente no quería entrar en detalles.
Micah lo noto.
-Bueno –Dijo Micah –Pienso que Magnus es un perfecto idiota.
Alec levanto una ceja -¿Y eso por qué?
-Por dejarte ir.
Alec se paralizo, Le gustas Alec, se nota a la distancia. Se negaba a
aceptarlo, deseaba que eso no fuera verdad. Fulmino probablemente
inconscientemente a su amigo con la mirada.
-Tengo que preguntarte algo. Espero y seas sincero conmigo.
28. Micah lo miro pero de inmediato aparto la mirada, soportar los
intensos ojos azules de Alec no estaba dentro de sus habilidades, y
sabia que su último comentario había sido demasiado revelador, noto
el enojo de su amigo e intento desviar la conversación.
-¿Conoces la historia de los caracoles? –Dijo al ver una pequeña
criatura moviéndose en una roca cerca del lago.
-¿Qué? –Pregunto desconcertado Alec.
-Mi abuelo me conto hace muchos años una historia que habla de
Caracoles –Decía planamente -Se dice que si le quitas la coraza a uno
y su interior es rojo, puedes intercambiarlo a un hada por un deseo.
Micah miraba aun al Caracol en la roca, Alec lo miraba a él con
asombro.
-Pues a mí me suena a engaño de hadas para tener a los Cazadores
como tontos buscando corazas rojas mientras se ríen en sus espaldas.
-Si –Concordó Micah –Pero, ¿No te gustaría intentar?
Alec pensó en aquel día en la Corte de los Milagros, cuando la reina
Seelie coloco ese horrible glamour sobre él, burlándose y obligándolo a
vislumbrarse cincuenta años en el futuro. Aparto el pensamiento
fuerte y rápido.
-No –Dijo contundentemente y miro a Micah -¿Tú lo has hecho?
-No. No hay forma de hacerlo sin matar al animal.
-Trampa de Hada, –Dijo Alec. –Definitivamente.
-Sí, eso creo también –Micah tomo aire y valor –¿Que querías
preguntarme?
Alec se tenso nuevamente.
29. -¿Te gusto? –Escupió la pregunta sin rodeos. –Y no me refiero como
amigo si no del tipo romántico.
Micah se percato del enojo de Alec y entendió que era imposible decir
la verdad.
-Bueno, Alec, no quiero romper tu corazón ni nada pero no eres mi
tipo, demasiado hosco para mí, lo siento pero no –Mintió –
Definitivamente no.
Alec se relajo, se miraba complacido y aliviado.
-De hecho me da gusto escuchar eso yo…
Aterradoramente sincero, pensó Micah. -Perdón si te hice pensar
diferente.
-No. No fue eso… en realidad fue alguien mas quien me inquirió la
idea, lo siento. –Alec comenzó a hablar sin poder detener sus palabras.
–Y no me malentiendas, tu eres… hum, bueno, tu sabes –Alec puso en
orden sus ideas. –Es que estoy enamorado de alguien más y tú eres
alguien que me gustaría tener, pero solo como el buen amigo que eres,
y si tus sentimientos fueran otros eso no sería posible, es decir… Tú
sabes… Ha, mira, ya no sé lo que digo, por favor, no me hagas caso.
Micah se miraba divertido con el embrollo de las palabras de Alec.
-No importa –Dijo para calmarlo Prefiero tenerte como amigo que no
tenerte en absoluto, pensó el chico resignado. –Pero no me voy a
retractar: Magnus es un perfecto idiota.
-Supongo que no tengo derecho de exigirte algo así –Alec miro a Micah
con cierta diversión. –Hasta que lo conozcas.
Mica rodo los ojos –Me imagine que dirías algo así.
30. El chico rio abiertamente a su amigo y Alec se miraba incluso
contento.
Su amistad seguía intacta: El amor te hace mentiroso.
CONTINUARA…
MayGraciela♥