David McConnell fundó California Perfume Company en la década de 1890 para vender perfumes de fabricación propia de forma directa a domicilio. La compañía tuvo éxito y contrató a la primera mujer consejera de ventas, Florence Albee. En 1939, la compañía cambió su nombre a Avon Products Inc. inspirado en el pueblo natal de Shakespeare. Desde entonces, Avon se ha convertido en la empresa de venta directa más grande del mundo con presencia en más de 100 países.