La ley regula el comercio electrónico, las firmas electrónicas y los mensajes de datos, reconociendo su validez jurídica equivalente a los documentos escritos. Establece que los mensajes de datos deben ser tratados con confidencialidad y proteger la propiedad intelectual. Además, introduce la firma electrónica como un medio válido y equivalente a la firma manuscrita para identificar al emisor de un mensaje.