La exposición a la música desde una edad temprana puede ayudar al desarrollo cerebral y mejorar habilidades como la memoria, atención y resolución de problemas. Diferentes géneros musicales tienen diferentes efectos en el cerebro y el cuerpo. La música clásica puede mejorar la concentración y aprendizaje, mientras que la salsa y el rock son buenos para el ejercicio físico. Aunque algunos géneros como el reggaetón no son ideales para la concentración, también pueden usarse para bailar y quemar calor