Los gobiernos autónomos descentralizados regionales, municipales y metropolitanos tienen la responsabilidad de planificar, regular y controlar el transporte terrestre, tránsito y seguridad vial dentro de sus jurisdicciones. Los gobiernos regionales se encargan de las redes interprovinciales e intercantonales, mientras que los gobiernos metropolitanos y municipales controlan las redes urbanas y rurales. Cuando dos o más entidades públicas comparten redes viales, la regulación y control del transporte recae en la entidad de mayor jerarquía