1. Componentes del equipo de cómputo
C.P.U. Es el componente principal de una computadora y otros dispositivos programables, que
interpreta las instrucciones contenidas en los programas y procesa los datos.
Microprocesador: Es el circuito integrado central y más complejo de un sistema informático;
a modo de ilustración, se le suele llamar por analogía el cerebro de un computador.
Es el encargado de ejecutar los programas, desde el sistema operativo hasta las aplicaciones de
usuario.
ALU: es un circuito que calcula operaciones aritméticas (como suma, resta, multiplicación, etc.)
y operaciones lógicas (si, y, o, no), entre dos números.
Gabinete: es la estructura metálica o plástica, cuya función consiste en albergar y proteger los
componentes internos como la CPU, la RAM, la placa madre, la fuente de alimentación, la/s placas
de expansión y los dispositivos o unidades de almacenamiento: disquetera, unidad de disco rígido,
unidad de disco óptico (lectora o grabadora de: CD, DVD, Blu-Ray).
Tarjeta principal: es una tarjeta de circuito impreso a la que se conectan los componentes que
constituyen la computadora. Es una parte fundamental para armar cualquier computadora personal
de escritorio o portátil.
Memoria ram: se utiliza como memoria de trabajo para el sistema operativo, los programas y la
mayor parte del software. Es allí donde se cargan todas las instrucciones que ejecutan el
procesador y otras unidades de cómputo.
Memoria rom: es un medio de almacenamiento utilizado en ordenadores y dispositivos
electrónicos, que permite sólo la lectura de la información y no su escritura, independientemente
de la presencia o no de una fuente de energía.
Memoria principal: es la memoria de computadora donde se almacenan temporalmente tanto
los datos como los programas que la unidad central de procesamiento (CPU) está procesando
o va a procesar en un determinado momento. Por su función, la MP debe ser inseparable del
microprocesador o CPU, con quien se comunica a través del bus de datos y el bus de
direcciones. El ancho del bus determina la capacidad que posea el microprocesador para el
direccionamiento de direcciones en memoria.