El documento discute escenarios y estrategias para mejorar la comunicación sobre temas polémicos como el aborto. Propone redefiniciones de términos como "derechos humanos" para evitar reduccionismos. También critica la cobertura parcial de algunos casos en los medios y sugiere que los grupos de derechos humanos se presenten como expertos comprometidos en lugar de como grupos estáticos.