Pedro, de 11 años, decide contarle a sus mejores amigos que es gay. Sus amigos reaccionan riéndose y gritando su orientación sexual por el parque, haciendo que Pedro se sienta mal y huya a casa. Desde entonces, sus amigos solo se ríen de él. Más tarde, otros niños aceptan a Pedro en su grupo, haciéndolo feliz. La carta busca promover el respeto por la orientación sexual de todas las personas.