El documento habla sobre la contaminación acústica o auditiva, que es el exceso de sonido producido por actividades humanas como el tráfico o las fiestas, el cual puede tener efectos negativos en la salud física y mental de las personas. Aunque antes no se consideraba un contaminante, hoy en día existen normas en todos los países para proteger el mediente contra el exceso de ruido. La contaminación acústica daña especialmente a los jóvenes que escuchan música a alto volumen.