El documento discute cómo una nueva ley ha reducido la venta de alimentos no saludables en las escuelas, pero los estudiantes aún los compran fuera de la institución. También señala que los estudiantes deben crear conciencia sobre los efectos negativos de estos productos en su salud y el medio ambiente, ya que a menudo arrojan basura en el suelo en lugar de usar los basureros. Concluye instando a los estudiantes a mejorar sus hábitos y cuidar el colegio y el planeta.