El positivismo fue una corriente filosófica y científica del siglo XIX que se caracterizó por enfocarse exclusivamente en los hechos verificables a través de la experiencia y la inducción, rechazando cualquier conocimiento no empírico. Surgió en un momento de grandes cambios tecnológicos y declive de lo metafísico, cuando la gente buscaba respuestas en la ciencia en lugar de la religión. El positivismo limitó el conocimiento a lo observable y medible para lograr progreso.