Este documento es una carta de Dios dirigida a un hijo expresando su amor incondicional. Dios explica que ha estado esperando este momento desde siempre y que ama a su hijo tal como es, sin importar su edad, raza u otras características. Su amor es fiel y permanente, y ha creado un plan para brindarle plenitud y felicidad. Dios lo invita a una relación personal de amor como padre e hijo, y le asegura que siempre estará a su lado aunque lo haya rechazado, ofrecié

1. CONTRATO DE AMOR
Hola hijito, ¡Soy Dios, tu Padre! Personalmente me dirijo a Ti como
lo que soy: ¡Tu Papá enamorado, Si supieras cuanto he estado
esperando este día¡, te he estado buscando incansablemente desde
aquel primer momento en el que soñé contigo, primero naciste en mis
sueños más profundos, más tiernos, en mis anhelos más sublimes
albergados en lo más profundo de mi corazón. Luego, pasaste por mis
pensamientos e ideas y fue así como saliste ya de mi interior.
después, grabé tu imagen y tu nombre en la palma de mi mano para
recordarte a cada instante, pues llegaste a este mundo fue por mi
mente, te conocí en mis sueños antes de hacerte. Quiero que sepas que
te acepto así, tal cual eres,
incondicionalmente, así como tú eres, pues fué así como te soñé; eres
el anhelo más deseado que he tenido, seas hombre o mujer, de
cualquier edad, de cualquier
raza, color de piel, tamaño, figura, rico, pobre, culto o ignorante, del
campo o del
pueblo.
Te amo por lo que eres, no por lo que tienes, o lo que sabes hacer, o
por la posición social que
tienes. Eres mi hijo, me tomé toda una eternidad para hacerte, tuve
todo el tiempo, el amor, el cuidado y el decoro para formarte, por eso
te pareces tanto a mí pues este he hecho a mi imagen. Sé consciente
de tu dignidad.
¡eres precioso y perfecto a mis ojos. ¡
Mi amor por ti amor es fiel y firme, siempre seguro, no te fallo ni te
fallaré jamás, en ninguna circunstancia y
por ningún motivo. Te lo juro por mi Nombre. Que por ti lo dí todo y
lo volvería a dar cuantas veces sea necesario. ¡TE AMO¡
Como creador, tengo un plan de amor para ti; y es que logres la
plenitud y la felicidad
desde este mundo, y definitivamente en la eternidad. Que alcances la
plenitud en todo
lo positivo y bueno, en todo lo que te realice plenamente: en tu
persona individual,
cuerpo, mente, espíritu; en tus relaciones familiares y personales; que
tengas éxito en tu trabajo

2. por tu entrega responsable; logrando gozar de los suficientes bienes
materiales para la
honesta y adecuada sustentación y desarrollo integral de ti mismo y
de tu familia.
Como Padre providente, siempre estoy y estaré pendiente de ti, te he
cuidado y te cuidaré en todo y en cada
aspecto de tu ser y de tu vida: hasta de cada cabello… más que los
lirios del campo o
las aves del cielo… hasta en el más pequeño detalle.
Escucha lo que yo hoy mismo te digo en mi Palabra: “te lo estoy
diciendo como tu Creador: te he
llamado por tu nombre, eres mío; eres valioso a mis ojos, eres
estimado, y Yo te amo.
Por eso, no temas, Yo estoy contigo” (Is 43,1.5.)
Yo te he hecho y hacia mí caminas. De mi vienes y hacia mí vas. Yo
soy el Principio y el fin.
El Alfa y la omega.
Solo Yo sé cómo y para qué estas hecho, y como funcionas
adecuadamente,
como individuo y como sociedad. Mi ley y mis mandamientos son
como las
instrucciones de un aparato. Y para eso te equipé y capacité con
dones y
talentos concretos, inteligencia creativa y voluntad libre. Por eso
elegí tu nombre, la fecha, y el lugar en el que debías nacer, elegí tus
parientes y hasta conté tus cabellos.
Por eso puse todo en tus manos, porque te necesito como
administrador de mi creación, para
que la guardes sin destruirla, y la transformes con tu iniciativa y
trabajo creativo, tanto para
tu beneficio, servicio y utilidad como para tus semejantes; con
espíritu agradecido, alabando y
bendiciendo mi nombre. Yo soy tu fin y te sostengo; te hice para Mí,
y tu corazón anda siempre inquieto, corriendo y buscando de aquí
para allá desasosegado por todas partes, hasta que encuentres tu
lugar y descanso en mí; cuando te des cuenta que no hay nada que
puedas hacer para lograr que yo te ame más, ni tampoco pecar
tanto para que yo te ame menos entenderás que mi amor no se gana,

3. se recibe; que no se entiende, se acepta, que no es un premio, ES MI
REGALO llenando y saciando toda tu
sed, tus anhelos legítimos y tus auténticas necesidades profundas,
tanto de tí
como de toda la humanidad.
“Te he llamado por tu nombre”, es decir, a ti personalmente, de
forma individual,
insustituible, no intercambiable por nadie.
Desde que Yo soy Dios… pensé en ti…y te amé…por eso existes y
estás aquí. “con
amor eterno te he amado…” y te sigo amando: por eso te digo “he
reservado gracia para
ti”, es decir, amor benevolente para ti en concreto, de forma
permanente. Y en mi hija, esposa María,
encontrarás mi rostro maternal y mi cuidado amoroso y
providente para ti.
Salido de mis manos te puse en el paraíso, como símbolo de felicidad
plena. Todo era
y todo debería seguir en armonía y en orden: en salud corporal y
mental, en las
relaciones humanas, y en la armonía y dominio sobre la creación.
Saliste bueno de mi
poder creador, te destiné a la felicidad, y puse todo a tu disposición
para que
logres esa felicidad y plenitud, si sigues mi plan.
Y desde el principio te invité como lo hago hoy a una relación y
comunión personal de amor conmigo,
como hijo y amigo; tanto a ti como a tus semejantes, por tanto, a
tratarse todos como hermanos.
Te lo repito: “Eres precioso a mis ojos, estimado, valioso, valorado”:
vales mucho para Mí; me
importas mucho. Tú personalmente, con tu historia y tu situación
actual. Con rostro,
nombre propio, historia, vocación, estado de vida que tienes, y
situación concreta en la
que vives.
“No temas”, rechaza todo temor e inseguridad, toda falta de
autoestima, de que no vales
nada, de que no importas, de que no sirves para nada.

4. “Eres mío” y todos cuidan lo que sienten suyo… “Yo te hice y eres
mío”. Yo
mismo te digo que eres mío, de mi propiedad.
Si sólo dejaras penetrar todas estas verdades ahora en tu corazón…
bastaría
eso sólo para tocarte profundamente y transformarte. ¡Yo tu Dios te
amo a ti,
personalmente, incondicionalmente; no importa lo que seas ahora, o
lo que hayas sido o
hecho antes!... “mi amor no se apartará de tu lado”.
Después de haberme rechazado a Mí y a mi Amor, y de haberte
separado de Mí por el
pecado, te sigo amando, y no te abandonaré. Te ofrezco
reconciliación, salvación y
vida nueva. ¿Puedes aceptar esta verdad y esta realidad en tu
corazón y en tu vida?
¿hay algo que te lo impide? Son diversas posibilidades o situaciones:
- La imagen deformada de Mí, que tienes por una educación religiosa
equivocada,
o la manera en que me presentaron a ti como un Dios juez rígido o
policía vengador.
- quizás puede ser la imagen paterna dañada, por lo que tus padres
no te pudieron
o no te supieron dar de cuidado y amor expresado directamente, o
en todo aquello que
los ha lastimado o dañado, con la consecuencia de un niño pequeño
interior
herido y dañado. El No haber podido sentir y expresar sus
sentimientos, siendo reprimidos o avergonzados por ello. No haber
alcanzado o llenado sus necesidades
fundamentales en el momento oportuno.
- También puede ser la propia vida de pecado y alejamiento de Mí y
de mi Amor,
como sucedería si te pones fuera del calor beneficioso del rayo de sol.
Ahora mismo, necesitas abrirte a la experiencia de mi amor
paternal y
cuidadoso. ¡Sanarte es lo que más deseo!, Necesitas creer en mi
Palabra, Yo doy testimonio de ella.

5. Deja penetrar ahora mismo esta verdad, y experimenta esta
realidad en tu corazón.
Nuestro contrato consistirá no en que tú me ames, si no en que te
dejarás amar por mí, no en que cubras tu cara con las manos
inclinando profundamente la cabeza ante las cuatro silabas de mi
nombre, sino en que te abandonarás con confianza infinita e
incondicional en mis manos llenas de poder y de Amor que de ahora
en adelante y para siempre serán las manos de papá y a mí me
llamarás tu querido Padre
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