La lechuza decidió irse al sur porque los vecinos de la aldea ya no soportaban sus chillidos y gritos estridentes. La codorniz le aconsejó a la lechuza que en lugar de huir, debía cambiar su forma de comunicarse por una más suave para ganarse la aceptación de los vecinos. El mensaje principal es que la solución a los problemas no está en huir, sino en reubicarse en la comunidad respetando a los demás.