El documento describe el Convento de San Francisco en Icod de los Vinos, una ciudad en la isla de Tenerife, Canarias. Comenzó a construirse a finales del siglo XV y su diseño evolucionó con el tiempo según las necesidades sociales. En 1798, un incendio destruyó gran parte del convento después de que una monja dejara brasas encendidas. El casco histórico de Icod incluye varios lugares religiosos como la Iglesia de San Marcos y el Convento de San Francisco.