La policía mexicana encontró los cuerpos decapitados de 15 hombres en Acapulco, Guerrero. Los cuerpos fueron dejados junto a mensajes atribuidos al cártel de Sinaloa, advirtiendo a otros grupos que intenten operar en la zona. Esta matanza marca el inicio violento de 2011 y continua la guerra contra el crimen organizado declarada por el presidente Calderón en 2006.