La crisis asmática ocurre cuando el aire no puede fluir libremente en y fuera de los pulmones debido a la inflamación e irritación de los bronquios. Los síntomas incluyen tos, dificultad para respirar, labios y cara de color azulado. Durante una crisis, mantener la calma, poner al paciente en posición erguida y llevarlo al centro de salud más cercano si es necesario. Es importante prevenir las crisis evitando los desencadenantes como el polvo, el humo y los cambios de temperatura.