La cromoterapia utiliza los colores para mejorar el equilibrio entre el cuerpo y la mente aplicando luz u objetos de colores específicos. Se basa en aportaciones de diversas disciplinas y tiene orígenes documentados en culturas antiguas aunque fue estudiada científicamente a finales del siglo XIX. Cada color tiene propiedades terapéuticas diferentes y puede aplicarse a través de la luz, telas, decoración o alimentación para tratar diversas condiciones sin riesgos.