Dos niños llamados Cuquito y Crosetto fueron a un entrenamiento de fútbol donde les informaron que el domingo tendrían un campeonato en Tosquita; durante el partido, el arquero lesionó gravemente a Crosetto con una patada alta fracturándole el peroné, por lo que tuvieron que sacarlo de la cancha y reemplazarlo con Cuquito, luego Crosetto fue llevado a un hospital para su recuperación.