La crisis internacional que comenzó con el colapso de la bolsa de valores de Nueva York destacó la vulnerabilidad de la economía argentina abierta al mercado internacional. La vulnerabilidad se centró en la inestabilidad de los precios de las exportaciones y la necesidad de ingresos de capitales. Las principales debilidades del sistema económico agroexportador de crecimiento hacia afuera incluyeron la dependencia comercial de Gran Bretaña y la caída en el precio y la demanda de los productos exportables.