El propósito de un tiempo devocional es disfrutar de la comunión diaria con Dios a través de la lectura, meditación y estudio de su Palabra, así como la oración, alabanza, confesión y peticiones. La Palabra de Dios habla a través de la Biblia y el Espíritu Santo, mientras que la oración permite hablar con Dios sobre agradecimiento, necesidades y alabanza. Un tiempo devocional diario fortalece la fe y relación con Dios.