Charles Darwin y Jean-Baptiste Lamarck propusieron teorías sobre la evolución de las especies. Mientras que Darwin argumentó que la selección natural es la fuerza impulsora de la evolución a través de la supervivencia del más apto, Lamarck sostuvo que los rasgos adquiridos durante la vida de un organismo pueden heredarse. El punto principal de desacuerdo entre ellos fue si los rasgos adquiridos pueden transmitirse a la descendencia.