El documento expone la importancia de despertar el espíritu del pueblo para edificar la iglesia, basado en la profecía de Hageo, quien desafía a los judíos a no únicamente enfocarse en sus propias casas sino en la reconstrucción del templo. Se aborda cómo los obstáculos causaron desánimo y justificaciones para abandonar la obra de Dios, y se enfatiza que solo Dios puede revitalizar el espíritu de su pueblo para cumplir con esta tarea. Además, se destaca que la bendición de los individuos y de la comunidad está ligada a la atención que se preste a la casa de Dios.