Las cuentas por cobrar son activos que se debitan en las ventas y se acreditan cuando el cliente paga. Cuando una cuenta por cobrar no puede cobrarse, se considera un gasto y no una pérdida. Los gastos de administración son erogaciones generales de una empresa, mientras que los gastos de ventas incluyen comisiones, viajes, muestrarios y publicidad. Las deudas malas afectan la contabilidad del año siguiente al cargar el gasto en diciembre.