Un niño llamado Ka poy yepü vivía en un bosque lleno de árboles, pájaros y flores. Le encantaba jugar en el río, buscar piedras preciosas y tejer sabanas. Un día recolectó tantas piedras y hilos que tejió una larga sabana que llegó hasta el cielo, permitiéndole hablar con el sol, la luna y las estrellas. Un día llovió y apareció un arcoíris que le regaló sus colores para que los usara en sus tejidos, en