Este documento trata sobre una familia que se reúne durante un temporal de lluvia que se pronostica durará 15 días. Mientras comparten mate y roscas chilotas, el agua comienza a entrar en la casa y varios miembros de la familia se ahogan. Solo la niña protagonista sobrevive escondida. Pasados los 15 días de lluvia, la casa se seca y la niña hereda el mate y las roscas de sus familiares fallecidos.
1. Tema: Surrealismo.
La loca
Era una diosa, pues así se definía sin considerar las miradas celosas de
mujeres despechadas, aquellas miradas que pasaban bajo el rio sin cause, como
en aquellos tiempos de desconcierto. los ancianos navegaban enamorados en su
juventud perdida, las ancianas, por otra parte en sus despechos sin gratitud, los
barcos navegantes me daban el impulso para escribir en cada instante. Recuerdo
cuando perdí la voz, de tanto gritarte cuando te marchaste con tu yate, ahora me
dejas sola, triste y llorando contando rocas para terminar mis recuerdos de
ensueño deseos inquietos.
Camino hacia mi tormento, lloro y grito. Mi abuela no era tan buena, me
castigaba con su mirada penetrante, el lucho y el Jaime me mordían el pescuezo,
siento ganas de matarme, aunque él no me quiera, lo sigo soñando, que come de
mi y que nace de mi vientre. Como el amor que siempre quise nunca nació, mie
vientre desparramo un calido tenor.
Ahora ella llora, contando rocas esperando su fantasmal deseo, se sienta
por días y meses, hasta que la piel se le cae a pedazos,
Ahora lloro, no cuento rocas, mi fantasma ha llegado, deseo el mal, la
bonanza y la frescura, tu pelvis es mi tortura, mi vientre explota cuando te veo en
la luna.
2. Tema: Realismo mágico.
Pseudo humanidad
La expedición perdida en velo horizonte, era transportada por naves
estelares al desierto de atacama, juan, el dios de los yukaza guiaba la expedición,
muchos estaban exhaustos por el largo camino, el de la tierra prometida, el dorado
moderno, la ponderación sureña de la ciudad de los cesares, la riqueza anhelada
por los pueblos ancestrales, ríos de oro y cascadas de miel, la locura de los
hombres por faenar el paraíso prometido. El indio Antares entonaba el arte del
ruido tocando la quena, la expedición abatida resucitaba y volaban en palmeras
por la selva.
Una vez en tierra, juan guía la hueste sedienta, cuando derrepente se
encuentran con el dorado precolombino, la historia poetica de riqueza, todos
eufóricos se abrazaban y se cobijaban, cuando se olle un disparo y atraviesa a
juan, pero este, al ser dios no es abatido, la hueste se pone en posición, cuando
solo notan que hay una gran laguna reflejando hombres áridos y perplejos, sin
embargo disparan a quema ropa, se levantan las olas inundando poblados
cercanos, el agua apena pasa por los pies de las huestes.
Su propia avaricie género el primer diluvio, nunca notaron su reflejo
denominado humanidad.
3. Tema: El gato en la ventana
El gato duam
Observan al gato en la ventana y su mirada lejana, salta se cae y se
estremece contra el suelo, se cobija bajo sus pies. El miguel se levanta para
encender un cigarro, la lluvia desmorona el cielo, la estufa de leña tempera sus
cuerpos. María, con su voz de controladora le dice a Pedro: Apúrate Miguelucho, y
anda a entrar leña que los taitas llegan a paso de sirena.
El fornido hombre gruñiendo y entre titubeos sale al galpón a buscar la
materia para calentar la casa y para que los taitas se sequen de la lluvia sureña.
Todo transcurre normalmente, el gato frente a la ventana, blanco como la
leche y tierno como un juguete, se acomoda entre las piernas de maría. Pasan los
minutos, Pedro pica y pica la leña, leña dura de bosque austral, de los campos
heredados de los taitas del miguelucho. El timbre suena, el gato se espanta, maría
va a abrir la puerta, un grito sacude el silencio.
Pedro termina de hacer su tarea, tres, cuatro, cinco troncos empuña en su
hombro, recorre veinte metros antes de entrar, caen los troncos, el espanto se
apodera del sureño. El gato aplastado en la ventana, comiendo la cabeza de
maría, el duam había explotado el cerebro de doña maría.
4. El gato se ríe y corre facilitando el desconcierto, ahora se transforma en un
cuento, un brujo de por cierto, ata a Pedro al galpón, bajo sus pies como el lo hizo
algunas ves, el dueño se vuelve mascota y la mascota el rey.
5. Tema: Cuento largo
Desconcierto
Un estremecedor desconcierto recorre mi cerebro, creo que te fuiste a
navegar por los aires o a cazar a los alpes, aunque todo fue una premonición,
yaces caído de una puñalada en el corazón aunque no sé quien se la propino
aunque si se porque la recibió Ahora sí, ahora comenzaré… Lo conocí en el otoño
de nuestra vida, caminábamos por paseo Talca, un lugar bastante transcurrido,
donde la gente compraba chiches y cueros de animal. De estatura promedio, de
aspecto sincero sin caretas ni regateo, no sabía su nombre, su apellido o
domicilio, pero sabía que era él, el hombre para mi sueño.
Pasaban los días, de su presencia nada sabía, todo era gris e ingrato, de la
U a la casa de la casa a la U la emoción se ausentaba por prolongados periodos
cargados de agotamiento. Siempre volvía a paseo Talca, pensaba que el
transitaba ese lugar todos los días, por su aspecto de hombre de negocios. Ese
lugar era idóneo para los que almorzaban con buena pinta y con buenas fichas,
aunque no lo vi por varios días, recuerdo que una señora se me acerco a
preguntar por que insistía tanto si no me lo merecía. Me sorprendí bastante, bruja
pensé de la señora, aunque no le di importancia, ese día después de la
desconcertante apreciación, minutos después, una palma acaricia mi piel, mi
cuerpo se estremecía, pero era un viejito vago pidiéndome limosna. Me deprimí
varios meses, y dos años después egrese y me fui al sur, donde no transitaban
mis deseos y el cielo era mi espejo. Nunca más supe de aquel hombre, aunque los
6. niños reconfortaban mis deseos, trabajaba en una escuela rural de chaitén, las
montañas ríos y praderas, eran hermosas más que aquel hombre que nunca pude
ver hasta cuando me lo encontré por segunda vez.
Viente años de desconcierto, mi piel se arrugaba como libros de
matemática que no provocaban interés, mi madre había muerto dejándome la
casa, recorría los pasillos, las salas y el comedor. La nostalgia me invadía, mi
niñez, adolescencia y temprana adultez eran graficadas por un pasillo de fotos y
ahí estaba el, plasmado en una nota que escribí antes de irme al extremo del sur.
Pasaron dos años hasta que decidí sacar provecho de la misma casa, era
gigante y moderna, mi madre la había dejado buena antes de irme, la arrendaría
para costear mi propio hogar, un lugar donde mi historia empezara de nuevo con
un final hecho de cuento.
Ya era cuarentona, ninguna papa pelada como se dice por acá, los
arrendatarios viejos y sin sentido. Comían mal, tragaban mal y se acostaban sin
cantar, esperanzada recordaba ese día en paseo Talca aquel hombre soñado de
sonrisa perfecta y de trajes buenos. Cuando pensaba ilusionada, tocan la puerta,
un hombre alto con algunas canas y una sonrisa perfecta, era el. El tipo del paseo
el de mi juventud y el de mi vida.
Paso el tiempo nos conocimos y descubrimos, nos casamos en febrero algo
simple pero duradero. Vendi la casa para irnos al extremo sur, para ante la
disolución de no poder tener hijos, encontrarme con aquellos ángeles que dejé de
enseñar por encontrar mi lugar.
7. Todas las mañanas se levantaba a encender la estufa, a prepararme el
alimento que nos nutria la vida. Los ríos sin cauce nos despertaban siempre, los
pajarillos cantaban el sentir de nuestros instantes juntos, antes de que él
desapareciera…
Ahora tu sangre fluye, no sé qué hacer, veinte años de espera para que te
fueras otra vez, o quizás no soporte compartirte con la vida y asegurarme de que
mueras para no perderte otra vez… Ahora me mataré.
8. Tema: 15 días de lluvia
Ahogados
El mate recorre la ronda, mi viejo setenton y sus grandes sorbos, mi abuela
bertilda y sus roscas, mi madre una señora floja aunque la lluvia la perdona. Son
las cinco, el temporal no termina, mi vieja nos llama para que bajemos a tomar la
once en torno al frío del invierno. Pronostican un aguacero, 15 días como mínimo
o como 30 sin desprecio, todos comentan el suceso por fin la familia se reunirá por
mucho tiempo.
El diego, un pendejo por hecho. Siempre le reclamaba a la abuela en los
días de invierno, de que hiciera sus roscas chilotas para calmar el hambre, yo
como buena niña me mantenía escondida para que no me retaran ni buscaran el
día que me necesitarían. Mi padre seguía con sus grandes sorbos, cuando el mate
pasaba por él la ronda se terminaba y otra bolsa de mate se desperdiciaba. Todos
esperábamos los 15 días como un evento venidero para que la familia se juntara
para ver los recuerdos.
Al sexto día la casa se despedazaba, el agua entraba por las persianas,
todo estaba alborotado el mate ya no era el caso, mi viejo reclamaba por las
goteras mi abuela por sus roscas y mi madre.. Bueno mi madre permanecía en la
alcoba. Varios se ahogaron, menos yo porque me escondí hasta el día que me
necesitarían, aunque nunca me necesitaron ya que el agua les lleno la garganta
de espanto. El mate y las roscas son mias, pasaron los 15 días, la casa se seco y
mi corazón revivió.