El documento describe cómo el arte prehispánico, especialmente la escultura, estaba íntimamente ligado a la religión. Las culturas mesoamericanas representaban sus dioses y deidades a través de pinturas y esculturas. También usaban objetos funerarios como barcas para transportar al difunto en su viaje a la eternidad. Finalmente, para todas las culturas prehispánicas, sus dioses y creencias religiosas guiaban sus vidas y eran lo más importante, por lo que a menudo los representaban en esculturas y tallados en piedra.