La escultura Griega. Historia del Arte, 2º de Bachillerato LOMCE.
Desarrolla el estándar: Explica la evolución de la figura humana masculina a partir del Kouros de Anavyssos, el Doríforo (Policleto) y el Apoxiomenos (Lisipo)
Historias del Romanticismo, V: Tesoros del recuerdo. La creación de un museo ...Museo del Romanticismo
En esta quinta sesión de los encuentros "Historias del Romanticismo" hablaremos sobre el poder de los objetos durante el Romanticismo: su significado simbólico, su valor como fuente histórica, y su papel como mediadores de la sensibilidad del individuo del siglo XIX.
Breve presentación sobre las principales características de la Pintura Romana: técnicas, estilo, temáticas, etc.
Realizado por Prof. Claudia Solís Umpierrez para 6º Bachillerato de Arquitectura.
La escultura Griega. Historia del Arte, 2º de Bachillerato LOMCE.
Desarrolla el estándar: Explica la evolución de la figura humana masculina a partir del Kouros de Anavyssos, el Doríforo (Policleto) y el Apoxiomenos (Lisipo)
Historias del Romanticismo, V: Tesoros del recuerdo. La creación de un museo ...Museo del Romanticismo
En esta quinta sesión de los encuentros "Historias del Romanticismo" hablaremos sobre el poder de los objetos durante el Romanticismo: su significado simbólico, su valor como fuente histórica, y su papel como mediadores de la sensibilidad del individuo del siglo XIX.
Breve presentación sobre las principales características de la Pintura Romana: técnicas, estilo, temáticas, etc.
Realizado por Prof. Claudia Solís Umpierrez para 6º Bachillerato de Arquitectura.
1. ‘Cultura San Agustín
El pueblo escultor
La investigación arqueológica ha facilitado la reconstrucción de buena parte de las
pautas culturales de este pueblo que habitara el alto Magdalena. Se sabe hoy que la base
principal de su sustentación económica fue la agricultura del maíz, del maní, del
chontaduro (Guilielma gasipaes) y de la yuca, sumada a actividades complementarias de
pesca y caza. Evidencias de tales labores han sido comprobadas en estratos que datan
del siglo VII a. C. y que explican los rasgos fundamentales de su arte escultórico,
íntimamente relacionado con las concepciones cosmogónicas y religiosas.
La escultura
La manifestación peculiar de la cultura de los antiguos pueblos de San Agustín fue la
escultura lítica monumental. Más de 300 estatuas han sido halladas, la mayoría en una
área que aparece plenamente delimitada por las cuencas de los ríos Magdalena,
Bordones, Mazamorras y Sombrerillos y los picos del Macizo Colombiano.
Indudablemente los nativos quisieron hacer de esta región un verdadero centro
ceremonial para las prácticas funerarias, presididas por los grandes monolitos, en los
que ellos expresaron su estilo simbólico, sin que este propósito les hubiera impedido
tallar formas de gran naturalismo.
Los bloques en que fueron talladas son tobas volcánicas y andesitas lávicas, algunas de
grandes dimensiones, hasta de más de cuatro metros de altura y de varias toneladas de
peso. Con excepción de la vecina región de Tierradentro (Cauca) en ninguna otra zona
de Colombia se presentan estos rasgos monumentales de la escultura y puede afirmarse,
por consiguiente, que ellos están confinados al Alto Magdalena.
La diosa de la Chaquira» en el cañón del río Magdalena.
2. La estructura general del complejo arqueológico de San Agustín ofrece algunos rasgos
muy característicos, como la homogeneidad de ciertos elementos y su continuidad a
través de los distintos períodos evolutivos, lo que habla en favor de un parentesco
cultural de los diferentes grupos que allí concurrían y de una larga tradición de los
mismos, expresada en elementos indicativos como la cerámica y la industria lítica,
como también en ciertos motivos representados en las esculturas, cuyas formas
ancestrales se inician por lo menos en el siglo VII a. C. y persisten, al lado de otras
posteriores, hasta el siglo XVI de nuestra era.
El dualismo es un rasgo sobresaliente en la cultura de San Agustín. En la estatuaria se
ven, al lado de las representaciones femeninas, otras de sexo masculino. Constituye esta
característica una de las peculiaridades que se han señalado como propias del periodo
formativo en América precolombina. En San Agustín, como en Mesoamérica, la
cosmogonía de los nativos dio origen a un complicado culto ceremonial, en el cual jugó
un papel significativo el ritual de las danzas de enmascarados. Aun persiste esta práctica
entre varias de las tribus que habitan en la Amazonia, las cuales usan disfraces
fabricados de tela de corteza de árbol, pintados de varios colores. Es indudable que la
mayoría de los monolitos del Alto Magdalena llevan estas representaciones. En las
colecciones del Museo del Oro del Banco de la República se ven figuras enmascaradas,
algunas de una sorprendente similitud con las de San Agustín, como puede observarse
en las figurillas de remate de los alfileres calimas, en las que el disfraz que cubre la
cabeza y la cara de los personajes está sostenido con las manos, al igual de las que
seguramente quisieron representar los artífices agustinianos en varias esculturas de los
yacimientos arqueológicos de Quebradillas y de Ullumbe.
Como ocurrió en el período formativo de las demás culturas de la zona andina y de
Mesoamérica, los cultos religiosos estuvieron en íntima relación con su principal base
de sustentación económica, la agricultura, como también con la caza y la pesca. La
fauna está muy asociada a su cosmogonía; de ahí que en las esculturas aparezcan
representados varios animales ligados a un fenómeno natural o productivo. El sol, la
luna, el rayo, la lluvia y otros fenómenos naturales, se personifican y expresan en sus
símbolos. Las deidades aparecen antropo-zoomorfizadas y estrechamente asociadas a
los ritos mortuorios. El sol y la luna presiden su panteón religioso.
Estatua en el yacimiento de Mesitas.
3. La frecuencia de la representación de la boca felina en la mayor parte de las esculturas,
es indicativa del culto al jaguar, que parece ser uno de los más antiguos y generalizados
entre los pueblos que vivían en la zona andina y que aún persiste en las poblaciones
aborígenes que moran en la selva amazónica. En otras culturas arqueológicas andinas
este elemento caracteriza también muchas de las representaciones escultóricas.
También la serpiente ocupa un papel preponderante en las representaciones escultóricas
de San Agustín y en la fuente ceremonial de Lavapatas. Una estatua que se encuentra
hoy en el parque arqueológico, en el llamado "Bosque de las Estatuas", presenta las
manos dobladas sobre el pecho y éstas sostienen, de la cola y de la cabeza, una serpiente
enrollada. Los elementos que caracterizan esta escultura permiten interpretarla como
una Divinidad de las lluvias o como la representación de un sacerdote en el momento de
invocar el espíritu de la deidad para que se pronuncie en favor del campo o de las
cosechas.
La figura de un águila que sostiene una serpiente con el pico y con las garras, escultura
que otros investigadores interpretan como la representación de un búho, debió tener en
el mundo de las creencias de los antiguos agustinianos una significación especial.
Posiblemente fue el símbolo de la creación, relacionado con el origen de la luz y del
fuego y de la jerarquía política, es decir, el símbolo por excelencia del poder. Motivos
de aves rapaces en piezas de orfebrería han sido hallados aquí como adornos personales,
colocados como ofrendas en tumbas que debieron corresponder a personajes de la tribu.
Entre los indígenas taironas, que moraban en el norte, en la Sierra Nevada de Santa
Marta y en sus proximidades, el águila aparece también frecuentemente en los objetos
de oro, lo mismo que entre los muiscas y quimbayas.
Las esculturas que se denominan cariátides, porque estaban destinadas a soportar los
techos de los grandes sepulcros en las Mesitas A y B del parque arqueológico son,
seguramente, representaciones de guerreros. Tal es el caso de los monolitos que se
encuentran en el montículo noroeste de la Mesita B y en los montículos oriental y
occidental de la Mesita A. En estas estatuas aparece figurada, en forma naturalista, la
imagen de guerreros, adornados con diademas especiales y portando las armas que ellos
usaban (piedras redondeadas, que lanzaban con la mano, escudos o rodelas, que
sostenían con la mano izquierda). En otras estatuas la rodela está sustituida por una
maza corta, la "macana" de que hablan las crónicas del siglo XVI, usadas por los
panches, muzos, calimas y otros grupos, y que aún emplean los chimilas, un pueblo
indígena que vive en las proximidades de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Fuente de Lavapatas.
4. Las serpientes crestadas, que aparecen como apéndice de las figuras felinas que se ven
encima de las cabezas de los supuestos guerreros del montículo oriental de la Mesita A,
permiten relacionar estas esculturas con otras de Mesoamérica, en donde dichos
elementos representan a Quetzalcóatl, un dios bueno que creó al hombre con su propia
sangre, le dio el maíz, le enseñó la industria lítica, los tejidos, la astronomía, el
calendario, ciertos rituales y el culto. Otros elementos de la fauna representados en la
estatuaria de San Agustín son el mono y la ardilla, en estrecha relación con los ritos de
fertilidad; la rana y el lagarto, con las lluvias y con la muerte; el pez, con el cultivo del
maíz; el murciélago, como deidad de la agricultura. En San Agustín, la llamada "rana de
Codazzi", descrita por este geógrafo en el año de 1857 y que duró perdida durante cerca
de 200 años, oculta bajo la espesura, está labrada en un bloque in situ, el cual se ubica
en las faldas que caen sobre la hondonada donde se encuentra la fuente de Lavapatas, a
una distancia más o menos de 50 m de este importante monumento. Una rana
monolítica, de tamaño monumental, con colmillos y garras, como las del Alto de los
Ídolos y Alto de Lavapatas, en San Agustín, presidía una necrópolis en la hacienda
denominada "El Marne", cercana a la población de Inzá. En la orfebrería calima,
quimbaya y tairona, la rana es motivo frecuente.
El caracol, de varios géneros, se ve figurado en muchas de las esculturas agustinianas,
sostenido con la mano izquierda, en las representaciones antropo-zoomorfas. En el área
muisca y en la calima se han encontrado hechos en arcilla, cobre y oro. Además de su
empleo como trompetas, al cual hacen frecuentes alusiones los cronistas del siglo XVI,
el caracol tuvo especial significación como implemento para el uso de la masticación de
la coca. En ellos se guardaba la sustancia alcalina que servía para provocar la reacción
química que libera el alcaloide. En este recipiente introducían el palillo humedecido,
que llevaban luego a la boca para mezclarla con las hojas de la planta y que sostenían
entrelazado con los dedos de la mano derecha.
Una de las esculturas más interesantes de la zona, y que hoy se encuentra en la Plaza de
Bolívar de la población de San Agustín, es una figura antropomorfa con sombrero y
boca felina y que sostiene con las manos un pez, la cual es interpretada como una
deidad de las lluvias. En varias culturas arqueológicas americanas este motivo se
vincula también al cultivo del maíz y su acción fertilizante.