El poema describe la enseñanza como un proceso de poner en marcha una barca educando a los niños, requiriendo paciencia y soñar que los niños aprenderán y llevarán las palabras de los maestros a puertos lejanos, manteniendo viva su legado aun después de que los maestros ya no estén. El poema celebra el Día de la Enseñanza destacando la importancia del aprendizaje y la inspiración que los maestros dan a los estudiantes.