Educar es enseñar a vivir y guiar a los demás hacia su máximo potencial. Significa darles las herramientas para pensar por sí mismos y buscar la verdad de manera independiente, en lugar de simplemente imponer ideas u órdenes. El propósito de la educación no es la sumisión, sino cultivar la responsabilidad, el coraje y la autonomía en los estudiantes para que puedan alcanzar sus propios frutos originales.