Este documento habla sobre el Día de Muertos y la celebración de la vida. Describe las almas que regresan temporalmente del Mictlán, el lugar de los muertos, para visitar a sus seres queridos. También reflexiona sobre la muerte como un destino inevitable para todos y anima a las personas a bailar cerca del Mictlán y a despedirse de sus seres queridos como si fueran los últimos momentos juntos antes de partir.

1. DÍA DE
MUERTOS
Y UN DÍA TAMBIÉN…
PARTIREMOS.

3. PRIMER FESTIVAL
CULTURAL 2014
"Hanal Pixán"
"DÍA DE MUERTOS,
CELEBRACIÓN DE
VIDA"

4. ¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?
Un inminente destino llamado Mictlán
«lugar de muertos»
Justo ahí nos esperan
almas dispuestas a
regresar a la vida…
a ocupar por fugaces instantes nuestros
lugares. Si, ¡tu vida!

5. Hoy como cada año las luces de
esperanza despiertan en un viaje con
retorno a un sitio que NO da segundas
oportunidades.
Pero solo hoy, día de muertos, por unos
instantes catrinas, difuntos, lloronas…
dispuestos anhelan regresar de lo vivido.
«En el Mictlán»

6. Entonces…
Imploremos, solicitemos, evoquemos…
¡Invoquémoslos!
Jorge Reyes
qepd

7. Posiblemente una reflexión se desprenda
de tu ser, o también una sonrisa disfrazada
de miedo haga de momento olvidar, lo que
en efecto, ¡un día también nosotros
partiremos!
Entonces…
Bailémosle a la misma
muerte muy cerca del Mictlán

8. Historias de muerte, todos las sabemos de
memoria, sin embargo, nadie
experimenta en cabeza ajena al sentir tan
cerca la ausencia de dejar de respirar
para siempre.
Sentir vivir, gritar, oler, escuchar amar…
son sentimientos que jamás volverán.
Anécdotas del mas allá

9. No te haz dado cuenta que estás hecho un
cadaver, si, muerto en vida divagando sin
una brújula que guie tu vivir.
Hoy vienes a este altar de muertos sin
saber que ha sido preparado para ti.
¿Acaso no sientes la muerte respirar tan
de cerca?
«Rumbo al altar»

10. ¿Cuál es el primer sonido que
escuchamos cuando llegamos? y ¿Cuál es
el último cuando partimos?
Las dulces melodías de la vida nadie
queremos dejar de escucharlas; catrinas,
difuntos y lloronas anhelan el sonido de la
vida misma en:
«Las flautas de pico»

11. Aquí estás llorona clamando frente a este altar de
los difuntos arrepentidos de una vida fugaz llena
de lamentos; pero también, de felicidad y de un
amor pleno en este preciso azul celeste.
¡Aunque la vida me cueste,
llorona, no dejaré de
quererte!

12. Nuevamente, catrinas, muertos y
lloronas, derramen sus lagrimas sobre
este altar. Vacíen sus ojos en este espejo,
entonces graben su imagen de lo felices o
infelices que fueron por estos mundos… Despídanse
y abrácenos como si fueran los últimos instantes de sus vidas,
bien lo saben, ¡nunca es demasiado tarde!
«De regreso al Mictlán»

13. Si, es cierto… en efecto, lo más seguro de
nuestras melodiosas vidas es que
¡Algún día también
nosotros
Partiremos!