Iansã expresa en sus danzas el vínculo que tiene con el aire, su elemento fundamental. En las dinámicas coreográficas de esa Orixá existen muchos movimientos, desplazamientos rápidos, agita los brazos intensamente. En las secuencias de la danza, sus manos insinúan polvo o el impulso del viento y los seres invisibles, con la fuerza masculina y también femenina (la sensualidad de la mujer guerrera), siempre con fluidez y liviandad. Algunas veces, con gestos rápidos, se mueve como si estuviese flotando en el aire.