Las secciones 105 y 84 del Libro de Doctrina y Convenios describen la necesidad de que el ejército de los Santos se santifique y se haga numeroso para que su gloria sea visible a todas las naciones, de modo que los reinos de este mundo reconozcan que el reino de Sión pertenece a Dios. También enseñan que los fuertes en el Espíritu deben ayudar a los débiles a fortalecerse con mansedumbre.