Durante el segundo mandato presidencial de Carlos Andrés Pérez, sucedieron varios eventos que evidenciaron el agotamiento del modelo político que él representaba, incluyendo el Caracazo en 1989, donde murieron aproximadamente 2,000 personas durante protestas contra el aumento de precios, y dos intentos de golpe de estado en 1992. Pérez fue destituido de su cargo en 1993 y condenado en 1996 por malversación de fondos públicos.